La Marina, 1780-1822

LA MARINA 339 cia de las reiteradas peticiones de los comerciantes para que es– tacionara allí un barco. En conclusión, señor, me permito asegurarle que no he omi– tido oportunidad alguna de escribirle, aunque sin duda reci– be Ud. a menudo información del Perú posterior a la mia. La verdad es que el comercio con el Callao ha disminuido últi– mamente y las naves se dirigen a otros puertos llevando con ellas el conocimiento de lo que nos sucede, lo que comunican a sus amigos en Inglaterra o en Río, pero hay oportunidad que se pre– senta de esos lejanos puertos sin que yo me entere de ellas. Tengo el honor de ser, Señor, Su más humilde y obediente servidor Thomas James Mailing A: Contralmirante Sir George Eyre K.C.B.

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