La poesía de la emancipación
234 AURELIO MIRO-QUESADA SOSA Mas ellos con desprecio le contextan: Atiendenos feróz peninsulario. La agonía tocando vas postrera, Lo que mucho sentimos, porque vivo Hallarte nuestra colera quisiera; Pero no obstante, de cualquiera suerte Nuestra venganza quede satisfecha. LA-SERNA, alza la vista. ¿Nos conoces? Los ciudadanos somos que conserva El Pueblo de Cangallo valeroso, Para hacerte pedazos: ¡Alma fiera! ¡Que orden fue esa infernal, conque mandaste Que Cangallo quedara hecho pabezas ! Nadie podrá el terreno que ocupaba (Estas son tus palabras á la letra) El ruin infame Pueblo de Cangalla Reedificar jamas. ¡Que insolencia! ¡Por ser leal á la Patria lo ultrajaste! ¿Cual fue el delito, di; para esta ofensa? No fue otro, sino solo que tu alma En los males se goza, y se deleyta Que hace á su semejante. Asi por esto, A sacarte venimos hoy la lengua, Esa villana que tuvo atrevimiento De mandar á otro Monstruo, infame fiera, A ese CARRATALA, esta barbarie. Y supuesto que vivo aqui te encuentra Nuestra justa venganza: por la espalda Salga esa vil, esa atrevida lengua: Y antes que baxes al horrendo Abismo, Sufre la llama de esta ardiente hoguera: Y en tí los ESPAÑOLES escarmienten, Que no digan: La Patria viva, y venza. ¿Que tal escena amigos habeis visto? Responden la mas justa: y si no dieran Esta prueba tan digna los Patriotas En la cual su caracter manifiestan Su amor y celo por la buena causa; Era preciso que á todos los cubriera La deshonra mayor que á los malvados El comun de los hombres los aleja. (Hoja suelta, impresa por José González. En la biblioteca de Félix Denegri Luna).
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