La poesía de la emancipación
Ayer, al fin, en el mundo quise hacer mi ser constante cuando en un tan breve instante me veo en un mal profundo; dotado cual moribundo con mil malayas que doy, de verme como Godoy prisionero, y sin ventura, Ayer fuí toda hermosura, y oy sombra mía no soy. (En Rubén Vargas Ugarte, Nuestro Romancero, Lima 1951, pps. 189-190).
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx