La poesía de la emancipación

LA POESIA DE LA EMANCIPACION De albo jazmín, y de laurel y rosas; Y entre alabanza y vivas, A los Libertadores El camino cubrid de palma y flores . Oigo el eco veloz que atraves-ando · Del Pacífico mar la quieta hondura, Resuena de los Andes en la cima: Ya, ya llega á nosotros proclamando De San Martin el nombre, y la bravura De los que dieron libertad á Lima. ¡Libertad! ¡Libertad! no mas resuena Por todo el Continente y el ruido Del último eslabon de la cadena En trozos dividido, Amedrenta y aterra A todos los tiranos de la tierra . Y todo cierto fué.- Los batallones Condujo San Martin, y se tendieron Enfrente de las hórridas murallas Coronadas de muerte. Las legiones Que al tirano servían, contuvieron Medrosas el furor de las batallas. El pavor y el asombro y el espanto Delante nuestras filas se movían; Y en medio de las filas entretanto Serenos presidían El valor, la firmeza La confianza en el Gefe y su entereza. Acudid, acudid al muro fuerte, Erguidos héroes de la erguida España; Abrid las férreas puertas y lanzando Las falanjes al campo de la muerte, En el campo venced. La fiera saña De vuestros duros pechos derramando ~obre los libres que teneis al frente, Vengaos en ellos: decidid al cabo Si el Perú debe ser independiente, O si por siempre esclavo, En vano, en vano anhela El génio grande que á librarlo vuela. 257

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