La poesía de la emancipación

·258 AURELIO MIRO-QUESADA SOSA Esos son, esos son los que dos ,._~ces En Chacabuco y Maipo ya os mostraron Que humillar saben el poder de Europa, Y convertir sus triunfos en reveses. El mismo rayo lanzan que lanzaron, Vibran el mismo acero: esa es la tropa, Y ese su General. La misma guerra Que al despotismo ibérico han jurado, Conducen hoy á a la domada tierra Que el yugo abominado De vuestra tiranía Sacudir sin su amparo no podía . ¡Qué! ¿Abandonais de un golpe las venganzas Dos lustros en vuestra alma envejecidas, Y el enconoso y temerario empeño? ¡Oh! Dejad, si podeis, las esperanzas De los libres del Sud desvanecidas: El Perú conservar á vuestro dueño, Y enseñadnos de nuevo á ser esclavos. Pero ¡qué! ¿No salís del doble muro A llamar al combate a nuestros bravos? Mirad que nías seguro Nuestro triunfo se acerca, Y más vergüenza y mas oprobio os cerca. ¡Desgraciada ciudad! Ya pocos soles Te van á ver cautiva. ¡Hermosa Lima, Orgullo noble del Perú opulento! Ya de las torres las soberbias moles Muy en breve verán desde su cima Flamear el patrio pabellon al viento. El grande General de día en día Redobla su teson irresistible, Y la estrechez del sitio.- Tal sería Aquiles invencible Cuando á Ilion asediaba, Y á a la vista de Ilion no se arredraba. Pero ya se oye el llanto entre los muros, Y la lánguida voz de la miseria, Y la desesperación del hambre insana . El pueblo ya murmura de los duros

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