La poesía de la emancipación

260 . AURELIO MIRO-QUESADA SOSA ¿Vuestro oprobio ha de ser vuestro trofeo? ¿Será que la venganza Hasta la afrente os lleve? Pero ¡cuándo un tirano no es aleve! Mas ·no osarán, o San Martin terrible Arrostrar tus enojos. Hélos, hélos Que ya la capital abandonando · A tu poder tremendo, irresistible, De la encumbrada sierra por los hielos Asilo a su vergüenza van buscando . Donde la planta fijan, allí imprimen La huella del horror. ¿Adonde empero Evitarán su ruina, si ya esgrimen Sobre ellos el acero Los guerreros que enviaste A consumar la obra que empezaste? Entra, génio inmortal: aniega tu alma En el placer de libertar tu suelo: Entra en la gran ciudad, y los abrazos Recibe de los libres, y la palma Con que tu triunfo coronó tu anhelo. Has roto ya los apretados lazos, Y el férreo yugo del Perú oprimido. Por do quier haya libres en el mundo, Y resuene tu nombre, será oido Con respeto profundo, Y la fama sonora Lo cantará por cuanto Febo dora. ¡Cual se goza la América clavando Cada vez mas y mas su digno trono Sobre las ruinas de ambición ibera! Sus hijos, sus derechos recobrando, El nombre abominable de colono Para siempre borraron. Nueva. era, Nuevo tiempo se cuenta. La memoria De nuestra antigua servidumbre, hundida En el olvido yazca. Si en la historia Debe ser repetida, Que solamente sea Porque nuestra justicia alli se lea .

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx