La poesía de la emancipación
CANTO LIRICO A LA LIBERTAD DE LIMA No es dado á los tiranos Eterno hacer su tenebroso imperio Sobre el globo infeliz, llevando insanos A do quier el terror, el llanto, el duelo, La viudez y horfandad: en vano el trono. Ven con ardiente celo Guardar á los ministros de su furia; En vano fieros desde el alto asiento de su injusto poder miran los males De pueblos oprimidos y obedientes Por largó espacio al ímpetu violento De su cruel ambician; ya las señales De su ruina y oprobio están presentes; Llega por fin el dia en que hasta el polvo Su soberbia humillada, Será de las naciones execrada. Así el poder de J erjes orgulloso, Así el dominio del feroz Atila, Tan solo en la memoria Duran hoy de los hombres, y es su gloria Del Orbe aborrecida: ya pasaron Cual plagas espantosas, y á la tierra Solo largos recuerdos le dejaron De incendios, muerte, asolacion y guerra. Así, ó España vimos Caer aquel vasto y gótico edificio, Que á tu infausta ambician sobre las ruinas De dos ricos imperios levantaste En el nuevo hemisferio: al torpe vicio Al sórdido interés abandonada, Fuiste esclava á la vez tambien probaste, En justa pena de tu horrendo crimen, El duro yugo que la ardiente espada De Napoleon te impuso. Entonces jimen Tus hijos degradados, los que fieros A Colombia destrozan y la oprimen.
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