La poesía de la emancipación
LA POESIA DE LA EMANCIPACION Aquí los fieros déspotas viviendo Tres siglos en deleite escandaloso, La miserable suerte Del colono un momento no aliviaron, Y á servirdumbre y muerte, Gozándose en el mal, lo condenaron. Al frente de las huestes de la Patria Marcha la Libertad, hermosa brilla Y augusta la razon; ¡glorioso dia! Ya disipan sus rayos luminosos La noche del error que antes cubria Con un velo fatal los espantosos Designios del tirano: Ya en toda Lima el himno soberano De Libertad resuena; Ya rota la cadena De amarga esclavitud, canta las glorias Del grande Capitan; ya los clamores De un pueblo agradecido, las victorias Publican de los libres: ¡Libertad! ¡Libertad! Sublime acento, Que lleva el eco desde el hondo valle A los montes mas altos y fragosos, Y repiten los mares procelosos. O ilustre pueblo, en el mas fuerte asilo De antiguos opresores, circundado De bárbaros sayones, Valorar la virtud aun no te es dado Del fuerte de los fuertes, del gran génio Que al frente de guerreros escuadrones, De audaces poderosos enemigos Venció la rabia insana; Tú, que á la dulce libertad hoy naces, Aun no puedes saber de cuanto lustre Ha colmado á la gente americana: En tu dicha inefable y suspirada Pregúntalo á los pueblos, que del yugo Libertó de la opresión su heróica espada; Oye los claros hechos, Que del héroe pregonan 265
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