La poesía de la emancipación

270 AURELIO MIRO-QUESADA SOSA Del fanatismo odiosos, Y á las armas acuden; asombrados Huyen sus ojos del profundo abismo, Donde caerán por siempre sepultados. ¡Cuanta sangre y sudor, cuanta fatiga Os esperan, soldados de la Patria, Antes que en el Perú logreis dichosos Arrancar el laurel de la victoria! En medio de verdugos espantosos, Aun el Visir de Lima Eterno cree su imperio, Aun os condenan á eterno cautiverio, Aun los brazos armados por su furia Impelen en vuestro daño a los combates, Mas una vez y mil en vuestro aliento Encuentra oprobio, ruina y escarmiento. Tened vuestro furor crueles tiranos; Muchas veces la tierra Se estremeció con el horror .y espanto De asoladora guerra, Que movisteis á los pueblos que del hombre Los sagrados derechos invocaban; Mas de vuestra crueldad ellos triunfaban, Y sobre vuestras ruinas muerte o gloria A la divina libertad juraban. Decid, o Grecia, o Roma, O Helvecia, y tú, o Boston, en la ardua empresa De vuestra libertad, cuantos furores Tuvisteis que arrostrar, decid las plagas Las muertes, los horrores, Que en medio de vosotros arrojaron Los déspotas feroces, mas con gloria De tanto mal triunfaron Vuestro valor y sin igual constancia. ¡Oh Colombia inocente! Tambien oponen pechos de diamante Tus hijos esta vez al gran torrente De la devastacion: ¡felice dia! Hoy un muro de bronce han levantado Entre ellos y la horrenda tiranía.

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