La poesía de la emancipación

LA POESIA DE LA EMANCIPACION Vano es que en Lima el oro con el fraude Hoy prodigue la raza de tiranos A mercenarios viles: los valientes De la Patria se acercan, Y con rayos ardientes Las falanjes combaten y destrozan Del bárbaro opresor; solo en la fuga Busca ya su salud, abandonando A la gran capital: mas ¡ay! primero Con despecho nefando Sus fueros mas sagrados atropella, Le arranca sus tesoros, y cargado De crimenes horrendos, á los montes Corre precipitado A ocultar su ignominia: ¡ya el soldado, Que desmaya infeliz en su carrera Con saña nunca vista, la mas fiera Por el hispano Gefe es inmolado! Como la densa nube Que amaga destruccion es impelida Al remoto horizonte por el viento, Así de espanto herida, Para eterno escarmiento, Huye las hueste sanguinosa y deja De su ambicion el poderoso asiento. ¡Libertad! ¡Libertad! Las altas torres Del orgullo europeo convertidas En polvo caen, y el ídolo sangriento Del fanatismo horrible: ya el palacio Ocupa San Martín donde las leyes De sangre se dictaron, largo espacio Allí adoróse la soberbia imájen De los hispanos reyes; Mas hora en Lima el pérfido tirano No encuentra algun asilo á su vergüenza; Hoy muere su esperanza, Pues no puede surcar el Oceano, Y allá en la Europa concitar la saña, Cual en un tiempo, de la fiera España. Salve, génios ilustres, que inflamados A la luz de la gran filosofía, 271

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