La poesía de la emancipación

274 AURELIO MIRO-QUESADA SOSA Ni la supersticion, ni el fiero orgullo, Que en vuestros pechos de crueldad se encierra, Renovarán nuestros pasados males. ¡Feliz posteridad!! De vuestros bienes Hoy nos dá la razon claras señales; ¡Mi mente, al contemplaros, cual se ajita En un furor divino! Yo veo del alcazar del Destino Súbito abrirse las ferradas puertas, Y allí en letras de fuego escrita leo Vuestra dicha futura. No, no es grata la ilusion, vano deseo, Que fiel me lo asegura La sagrada Opinion, que al Nuevo Mundo, Al Orbe, a todos clama: Libertad, Libertad, fuera tiranos, Que toda esclavitud al hombre infama. ¡¡¡Epoca memorable!!! Ya los pueblos, Que tan altos acentos hoy escuchan, Como las olas de la mar se ajitan, El carro de la guerra precipitan Contra el cruel despotismo, y fieros luchan. Y tú, España, que largo tiempo esclava Del poder mas fanático y sangriento, Con sangre y fanatismo esclavizaste Al Nuevo Mundo, empieza ya á ser justa. Si es verdad que respiras hoy el aura De libertad augusta, De esta eterna deidad que el Orbe adora, No quieras por mas tiempo ser señora De Colombia inocente; Del trono de tus Reyes. Reconócela libre, independiente Si hoy al fin olvidada De tus sangrientas leyes Aceptares la paz que te ofrecemos Con fervor sacro y en un mismo idioma La libertad del mundo cantaremos. ¿Pero qué monumento, o gran Colombia, Consagrarte debemos Cuando á la faz de todas las naciones

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