La poesía de la emancipación
280 AURELIO MIRO-QUESADA SOSA UN ALMAZENERO. Yo vi~e de marinero Y en el mismisimo dia Un paisano á porfia Me emboca moza y dinero: A poco fui almacenero, A mis sobrinos llamé, Y á ninguno habilité Que no fuese paisano, Pues á todo Americano con el corazón odié. Que la Patria triunfaria Nunca yo me persuadi Que mui lejos estaria A haberlo juzgado así: De LASERNA me creí, De CANTERAC y VALDES: Mui justo es que pague, pues, Mi necia credulidad. Y á la Patria potestad . Se sujeta mi altives. EL MERCADER. Yo de mi tio llamado En mal punto vine aquí, Que aunque fortuna adquirí, muchas veces lo hé llorado: En la MERCED encerrado A gritos me confesé, Cuando la voz escuché, De: mueran los viles GODOS: Nadie escape, mueran todos: ¡Dios mio, qual me quedé! Y hoy que nós mandan salir Y que hagamos testamento, Como si fuera el momento De llevarnos á morir: Y que habemos de elegir Por fuerza por herederó De la mitad del dinero, Lo que mas aborrecemos,
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