La poesía de la emancipación

LA POESIA DE LA EMANCIPACION Llamar al Diablo queremos Que nos apriete el guarguero. UN PANADERO. A Dios mi Panaderia A donde hice mi caudal Vendiendo un pán por un real En la anterior carestía: A Dios: de ti me desvia, Un mandato superior, Pero protexto en rigor Que el corazón dejo en ti, Pues no te pagará, si Fuera con menos amor. UN GALLEGO CAJONERO DE RIBERA. En mi cagon de ribera Ganaba un dos mil por ciento, ¡Y há de quedar! ¡suerte fiera! ¿Donado en mi testamento? Y no es mi mayor tormento El tenerlo que dejár, Sinó que lo há de gozar Algun perfido enemigo: Santiago: ¿Como lo digo Y no acabo de espirar? UN BODEGUERO. Metido yo en mi Bodega Su suerte á nadie embidiaba Puesto que en ella ganaba Al mes como una talega: Mas, pués ya el instante llega Que la tengo que dejár, Consientaseme llorar La fortuna que perdi, Pues se acabó para mi Tan venturoso lugar. 281

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