La poesía de la emancipación
LA POESIA DE LA EMANCIPACION Pues solo su atencion tenia sifrada Sobre el tesoro de este basto Impyrio; Y al fin me sacrifica en los altares De la impiedad de su avaro designio; ¡Há! sin onor me miro sepultado Sesenta lustros, tres aciagos siglos, Vsurpados mi Trono y mi Diadema Y tributarios mis amados hijos!!! Mis altas dignidades hán gozado Del ESPANOL los barbaras Celtínos, Los Vandalos furiosos y logreros, Y los GODOS que son advenedisos; Pero por fin el Dios de la Justicia El brazo levantó, que vengativo Castigue tantos males y crueldades Que sobre este mi suelo hán cometido: Ya de Martin Rodríguez sobre el Plata Se goza aquel govierno compasivo; Del gran Caupolican la fertil Patria . Man'da Bernardo 0-Hinggis bien querido; Y Simon de Bolibar en Colombia . La Livertad sostiene en su dominio; JOSE de San Martin e~ adorado En el Rico Perú, y obedecido: Estos quatro Campeones os defienden Del despota ESPANOL y su Egoismo; Estos son vuestros Padres destinados Por el DIOS de piedades, por el mismo, Encomendando la custodia vuestra A quienes el Cielo há transmitido: A esas miseras huestes enemigas No temais son cobardes, son impíos, No tienen mas terreno que el que pisan, Mas recursos, mas sendas, mas ar bitrios Que el de rendirse, ó ser annonadados En los hogares de su vil capricho: Acometed, y destrosad sus planes, Sed Libres de una vez, sese el destino De ser trecientos años Tributarios: Atahuallpa os lo manda, hijos queridos. Y. V. 355 (Impreso: Por José González.- Hoja suelta.- Biblioteca de Félix Denegri Luna).
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