La poesía de la emancipación

LA POESIA DE LA EMANCIPACION De la Arnerica toda á los Cel tinos, A los Godos y Vandalos ! ¡perversas Almas, que solo vomitó el abismo Para dar al Perú de su indolencia, De sus vicios fatales y egoismo Indeleble y autentica certeza! Si amable sombra invicta de Atahualpa Por quien brilla la defensa nuestra, Vean tus manes que en la tumba yacen, De tus mas caros hijos la fineza, Y cómo sin temor rompen por todo, Como su esfuerzo doblan en la guerra, Se incrporan, y juntos, se deciden, A dár de su valor la última prueba: La memoria de tu cruel suplicio En iras los 1 inflama; y tu diadema Ajada y usurpada los reviste De furibunda cólera y braveza: Mas tu sombra es, Señor, el mejor mote Que felice los guia á las empresas, Ella los compromete á que rompiendo Por medio de las huestes de la Iberia Rápidos como el rayo que convierte Er.. ceniza y - pabeza cuanto encuentra: Ella hace en fin réstauren esos fueros Que conciliaban tu mayor grandeza Sacudiendo el omniso yugo En que yacian sumidos en cadenas Tres siglos desgraciados y terribles Bajo las leyes de esa audaz Potencia, Por la que el cruel Pizarro con sus huestes Vino á sembrar en esta fertil tierra En vez de los laureles, de las palmas, Y pacífica oliva, la altanera Discordia en sus familias, y á plantar El fiero despotismo enmedio de ellas, Mas yá todo cesó ¡Sombra adorable! Avergonzada yá fugó la Iberia Buscando una guarida que á cubierto Le ponga del castigo que le espera, Y que bien presto le será aplicado Sin aquel grupo enemigo que le queda No emigra en el momento antes que al filo 357

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