La poesía de la emancipación
18 AURELIO MIRO-QUESADA SOSA quedando debilitada la robustez de lof: quicios. Ya sin este impedimento entraron enfurecidos donde en su Mensaje halló la avaricia un nuevo hechizo. Ni aun de su colera esento estuvo un j ardin florido cebando su fiera zJ.ña hasta en lo vegetativo. De un Almacen que de ropas estaba muy bien surtido, aun las arpilleras fueren para su maldad abrigo. Mal contentos de mil modos prosiguieron su destino dirigiendose a la tjenda de su Comensal, o amigo. Ygual destrozo sufrió de los que ya tengo dichos, por no dexar desayrado y su enojo vengativo. De aquí enderezan sus huellas aunque con p&sos torcidos, al respectivo Baluarte donde se expian dditos. A los golpes de las hachas y con coraje inaudito de su corazon inj asto forman lo caritativo. A los golpes de las hachas q' acompañan los bramidos musica horrorosa entonan llevando el compas los grillos.
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