La poesía de la emancipación
20 AURELIO MIRO-QUESADA SOSA aquarteló en el Lugar del muy ilustre Cabildo. Convocó todos los Gefes dandoles sus respectivos ordenes, y se alist~sen el forastero y vecmo. Este dia por la tarde se vió un Batallan lucido De Infantes y de Cavallos de la Plaza en el gran Circo. Que aunque inexpertos al fuego y a la obediencia remisos, sacar supo la lealtad del mismo temor el brio. Ceñtinelas vigilantes rodearon todo el distrito de la Ciudad, que cumplieron exactamente su Oficio. Porq' a las diez ae la noche divisaron un crecido numero de hombres de a pie, y Cavallos guarnecidos. Que gritando: Viva el Rey, pero Mueran sus Ministros al son de vocinas roncas acometieron unidos. Pero nuestros Nobles Brabos saliendole~ al camino, en la resistenda de ellos ilustraron mas su Eroismo. Pues empeñados al choque con coraje nunca visto aumentaron sus trofeos con muerte de lo~ vencidos.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx