La poesía de la emancipación
LA POESIA DE LA EMANCIPACION Y el adusto y severo Castellano. Ya el áureo Tajo cetro y nombre cede; Y las que antes graciosas Fueron honor del fabuloso suelo, Ninfas del Tórmes y el Jeníl en duelo Se esconden silenciosas; Y el grande Betis viendo ya marchita Su sacra oliva, menos orgulloso Paga su antiguo feudo al mar undoso. El Sol suspenso en la mitad del cielo Aplaudirá esta pompa-O Sol, ó padre, Tu luz rompa y disipe Las sombras del antiguo cautiverio; Tu luz nos dé el imperio; Tu luz la libertad nos restituya; Tuya es la tierra, y la victoria es tuya! Cesó el canto. Los cielos aplaudieron. Y en plácido fulgor resplandecieron. Todos quedan atónitos. Y en tanto Tras la dorada nube el Inca cauto, Y las santas Vestales se escondieron. Mas ¿cual audácia te elevó á los cielos Humilde Musa mia? Oh! no reveles A los seres mortales En débil canto arcanos celestiales. Y ciñan otros la apolínea rama Y siéntense á la mesa de los Dioses, Y los arrulle la parlera fama Que es la gloria y tormento de la vida. Yo volveré á mi flauta conocida Libre vagando por el bosque umbrío De naranjos y opacos tamarindos, O entre el rosal pintado y oloroso Que matiza la márjen de mi río. O entre risueños campos do en pomposo Trono piramidal y alta corona La Piña ostenta el cetro de Pomona. (36) 471 36 Esta descripción aluc;Ie á la forma de la flanta que produce la p~a. Este precioso fruto es conocido en Europa con e nombre de ananás. La pma es sobre todas las frutas de la tierra como la piña americana por su fragan. cía sabor y virtudes medicinales, es sobre la europea; y como la piña del Gu~yas es sobre todas las <lemas de los diferentes climas de América.
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