La poesía de la emancipación
522 AURELIO MIRO-QUESADA SOSA Cual claro sol ilumine Estos venturosos pueblos, Disipando las tinieblas Que esparce el maligno en ellos. Huya el error a su vista: Y la voz del evangelió, Aterrando á la impiedad, Resuene en todos los templos. Así serás adorado, Mi Dios, como quieres serlo, En espíritu y · verdad, Por puros y amantes pechos. ¡O feliz Lima! ¡Un santuario Has de ser en breve tiempo! ¡El Divino amor te abrasa En holocausto perpetuo! Morada serás de santos, De los ángeles recreo, Confusión de los impíos, Y terror de los infiernos. (Hoja suelta, Lima 1826, Imprenta de La Libertad por José Masías.-En la biblioteca de Félix Denegri Luna).
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