La poesía de la emancipación
530 AURELIO MIRO.QUESADA SOSA De disension, de llanto y de licencia Mis tristes ojos dura parca cierre! Mas no: presagio mas risueño invoco. Huesped del cielo, Libertad divina, Tu hermoso rostro á este emisferio vuelves Como Palas armada, y sostenida Por Tí, oh Próspero, su hijo predilecto Siento inflamarme de un furor fatídico. Del porvenir entre la densa niebla Veo tu fama brillar, sublime, inmensa; El rio de olvido arrastra tus errores, Mas tus grandes virtudes serán rocas Al embate del tiempo incontrastables. Piensa con noble orgullo que la América Por Tí se eleva á colosal grandeza. Un dia vendrá que la vetusta Europa Bajo el peso agoviada de sus crímenes Y por la servidumbre degradada, Reciba beneficios por injurias, En vez de destruccion y de cadenas Llevarán nuestros nietos fuego hermoso De libertad, para encender la antorcha De civilizacion que se extinguiera. Oh! quien lucir os viera, dias gloriosos! Anticiparos en la mente férvida Hace feliz al Vate, á quien devora De Humanidad el sacrosanto afecto. José María Pando (Lima, 1826.-Imprenta de La Libertad.- Por José M. Masias).
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