La poesía de la emancipación
AL SOL (fragmento) Así en los campos de la antigua Persia resplandeció tu altar; así en el Cuzco los Incas y su pueblo te acataban. ¡Los Incas! Quién al pronunciar su nombre si no nació perverso, podrá el llanto frenar? ... Sencillo y puro, de sus criaturas en la más sublime adorando al autor del universo aquel pueblo de hermanos alzaba a tí sus inocentes manos. ¡Oh dulcísimo error! ¡Oh Sol! Tú viste a tu pueblo inocente bajo el hierro inclemente como pálida mies gemir segado. Vanamente sus ojos moribundos por venganza o favor a tí se alzaban. Tú los desatendías, y tu carrera eterna proseguías, y sangrientos y yertos expiraban ... José María de Heredia.
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