La poesía de la emancipación
EL SACRE I El Alto Perú, que era antes el centro de las riquezas, se ha quedado entre las manos, ¡pobre! tocando tabletas. Porque Ayacucho, diestro muy mucho en estos juegos, manda talegos a Guayaquil, de mil en mil, para que Roca los guarde allá. ¡Muy bueno va! Estribillo Sucre el año de veintiocho irse a su tierra promete. ¡Cómo permitiera Dios que se fuera el veintisiete! II Parece a cada moneda que le han puesto un _par de alas porque todas han volado a las orillas del Guayas. No se halla medio para un remedio, ni hay un ochavo, ni hay un centavo estando allí el Potosí que, como tierra, la plata da. ¡Muy bueno va!
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