La rebelión de Túpac Amaru

LA REBELION DE TUPAC AMARU 115 o sus emisarios, sino por la seducción de los que han querido ape– llidarse Cataris, según resulta de las diligencias en esta razón obra– das, de que tiene cabal idea este Consejo, por lo expuesto en el an– terior celebrado el nueve del que rige. En cuya vritud, venerando como corresponde la siempre sabia disposición de Su Excelencia, y sin motibo, que el de aspirar al mejor servicio de Su Magestad, se acordó por todos los vocales de este Consejo el que se informa– se prolijamente a Su Excelencia por dicho Señor General de los motibos que han empeñado a esta •Junta a suplicar reverentemente sobre el contexto de la citada orden, y que entre tanto que con vista de esta Representación no resuelva Su Excelencia lo que sea de su Superior agrado o no mejore de semblante iel actual estado de las Provincias sublevadas y comarcanas, subsista la Tropa Desta– cada en sus respectivos destinos, y en esta Villa aquartelados cien hombres a cargo de un Capitán, un Teniente, un Alferez, tres Sar– gentos, ocho Cabos, un Tambor y ochenta y cinco soldados todos con el Prest que han sido hasta ahora socorridos, y que respecto a que los Españoles de Torata han ofrecido hacer el servicio de los Destacamentos, o Guardias Abanzadas en los caminos que conducen a aquella, y esta Población con solo el estipendio de dos reales al día en que fuesen empleados, se les de gracias por su lealtad y zelo y or– den a Don Faustino Peñaloza, para que socorra a los doce hombres que se ocupan diariamente en las quatro vigias que tienen puestas de la del Señor General por ser indispensable, el que subsistan tomados aquellos caminos, y el de Candarabe, para tener oportuno aviso y lugar, a lo menos de tomar las armas contra los que in– tentasen en el sosiego de una noche asaltar esta Población, que se vería totalmente indefensa sin esta precaución y arvHrio; se exponga todo con testimonio de este acuerdo en el inmediato Correo al Ex– celentisímo Señor Virrey, solicitando de su benignidad la Resolu– ción que fuese de su beneplácito. Con lo que se concluyó esta Jun– ta que firmaron los mencionados señores Gefes con el Asesor, que la componen, por ante mí. - Don Mariano de Orive. - El Conde de Alastaya. - Don Baltasar Fernandez de Maldonado. - Angel Ignacio de Baraybar. - Francisco de La Llosa. - Doctor Miguel Tadeo Fernandez de Cordova. - Ante mí Pedro del Castillo escri- bano de Su Magestad, Público, y de Guerra.... . .. . .... . . . . ... . . Nota. - Se <lió el Testimonio que se mandó en once de Abril de mil setecientos ochenta y uno. - Castillo .. .. . . . ... . ......... . . . Otra .- De orden verbal del Señor Corregidor, se dió otro testi-

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