La rebelión de Túpac Amaru

LA RE.BELION DE TUPAC AMARU 265 dias del mes de Octubre de mil setecientos ochenta y tres años; en virtud de la Providencia que antescede del Señor Visitador Doctor Josef Gallegos, y Impuesto en el pedimento que hace el Licenciado Don Josef Sauaraura. Certifico en cuanto puedo y ha lugar en dere– cho. Yo, el Bachiller Don Nicolás Sánches, y digo que es verdad que haviendo benido a este Pueblo, por segunda vez el Rebelde J osef Gabriel Tupa Amaro, llego a veinte y siete de Enero de ochenta y uno, y el veinte ocho de dicho mandó se le diera missa por ser dia festivo, y como me hallaba de Cura Apoderado de este referido Pueblo mandé al compañero el Lizenciado Don Felipe Senteno con por ningún camino ni título se le diese missa por estar el sitad._o Indio Escomulgado, y por este motivo me apresó, y luego executó lo mismo con el compañero, y muchas españolas, y el veinte y nue– ve nos llevaron presos con el destino de pasamos al pueblo de Tin– ta, y haviendo llegado al Pueblo de Ayavire encontramos con el enunciado Don Josef, quien viéndonos en ese travajo se dentró a la posada del rebelde, y a voces, con las lágrimas en los ojos lo redu– jo a que nos diera libertad, y haciéndole presente el yerro que ha– via cometido: hasta que por sus persuasiones se me dió por libre de la prición que padecía, asi mesmo· a las españolas que ivan pre– zas, las que libraron con sus vidas y se restituyeron a sus pueblos a costa de dichas persuasiones del mencionado suplicante, y por ser verdad todo lo que aquí refiero lo firmé.- Nicolás Sanches. Otra. En el Pueblo de San Francisco de Ayavir e en veinte dias del mes de octubre de mil setecientos ochenta y t r es. Obedeciendo el Superior Orden que antecede proveido por el Señor Vicitador Doctor Don Josef de Gallegos, en el que nos manda certifiquemos lo que savemos, acerca de la buena conducta del suplicante y en cumplimiento de lo mandado: digo y sertifico que es cierto, que nos juntamos en la Caza del Licenciado Don J osef Antonio de Tapia todos los referidos en el petitorio donde el suplicante nos consultó, sus proyectos de hacerse en primer lugar muy grato al rebelde dan– dole denominación de pariente, y con esta estratagema saverle sus designios y certificado de ellos hacer modo de bajar a la ciudad del Cuzco a dar parte a los Señores de la Real Junta para su goviemo y que su intento era dirigir las tropas para la captura del rebelde. Nos comunicó que le significaría vivamente el valor de las armas Españolas lo bien fortalecida que estava la ciudad, y otras cosas a este fín, para desistirlo de su empresa, o segunda imbación que que– ría hacer a la dicha ciudad, su fin principal era reducirle aque pi– diese perdon, y sessase de hacer tales alborotos a que todos coadiu-

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