La rebelión de Túpac Amaru

LA REBELION DE TUPAC AMARU 305 En estos términos resultan contra Vuestra Merced seiscientos ochenta pesos, quatro reales quatro granos en que solo hay la dife– rencia de ciento y veinte y quatro pesos, once granos de mas a los 556 pesos, 3 reales, 5 granos que por equivoco del estracto formado o al rebatir en el trafago de ocurrencias dige o asente ser responsa– ble Vuestra Merced unicamente en la contestación del reparo Quin– to de dicha cantidad; pero aunque yo digese por concepto herrado, que solo debía Vuestra Merced un real quedaría yo relebado a la satisfacción de Justos cargos de una dirección general que dima– nasen del manejo por legítimas entradas? me diría Vuestra Merced págalo como corriste con ello, y en lo que son pérdidas le diría a Vuestra Merced lo mismo como que save sus orígenes pues, yo he travajado quanto no es decible en recaudar tantas pérdidas, que al principio de la rebelión se nos presentaron a la vista pues sabe Vues– tra Merced que el de Chumbivilcas se presentó al Señor Visitador dando por perdidos 600 y mas pesos y mi vigilancia los hizo efectivos. Aora pues si como resulta esta vagatela fueran miles me pare"' ce devía Vuestra Merced estar cierto que no me escusaría a su sa– tisfacción, esto es quando no se hallasen en cajas de donde no po– dían faltar, y quando yo no los pudiera satisfacer, le consta a Vues– tra Merced que a mediana insinuación mia, tengo quien cuente por mí los miles que se necesitasen. Desde que Vuestra Merced ingresó al manejo, ha savido en su vida de caudal alguno de la Renta? todo no lo he manejado yo por mi solo? ha tenido Vuestra Merced algún quebranto? ha notado Vuestra Merced que me hago válido en este sagrado dinero; pues con estas antecedentes por que tanto alboroto sobre una cortedad pues con una leve insinuación de Vuestra Merced no serian satis– fechos? Bien le consta a Vuestra Merced que quando nos pasamos al Quartel General, precaviéndonos del Rebelde con el tráfago de ser de noche me pillaron con 600 a ornas pesos por haver estado solo en toda esta operación y confiado de los que me ayudaban, y así aun en este caso le gravé a Vuestra Merced en cosa alguna, ni le moles– té aun al cuidado que podía dar su falta. Bamos Señor Don José, que Vuestra Merced no ha procedido con espíritu de correspondencia a lo mucho, que lo he servido ·de– sempeñándolo en quanto me ha sido posible, pues desde que ascen– dí a la Plaza de Contador no ha tenido Vuestra Merced que pensar en cosa alguna de la Renta cargándome yo de todo el peso de los tres años sin ocupar a Vuestra Merced mas que en que preste sus firmas, y así tengo que admirar que haviendo corrido yo solo con