La rebelión de Túpac Amaru

CARTA DEL CONDE DE VALLEHERMOSO AL DIRECTOR GENERAL DE TEMPORALIDADES Cuzco y Diciembre 22 de 1780. El Conde de Valle Hermoso Da razón del estado en que se halla aquella ciudad con las noto– rias revoluciones . . . . nuestros, manejando bien las armas de fuego destrozaron a los adversarios. Murieron, de ellos, mas de ciento, y los prisioneros de nota fueron ahorcados sin que peligrase ni (roto el original) herido ninguno de los realistas. Victoriosos siguen (roto el original) ... an– ses, y se esperan iguales suertes. Lo menos digna de aplauso fué la que se (roto el original) ayer 21 debido a la industria, esfuerzo y valor del teniente Coron Don Francisco Laisequilla, pues, sobresaltada la ciudad con las voces esparcidas la noche anterior, de que los indios estaban dos leguas de ella formados en batalla y próximos a asaltarla, se destinó de Co– mandante al referido Laisequilla, con un corto destacamento a que contubiese a los insolentes, siendo su arte y brío el que, en dos ho– ras de acción y de continuado fuego, hizo correr a las eminencias de los cerros a la atrevida canalla, que había infundido tanto terror y sobresalto. Del cuerpo de esta murieron muchos, siendo pocos los prisioneros de los que dos sirven hoy de ejmplar en la horca a los de su facción, y en los sucesivos días se hará lo mismo con los restantes. Estos choques no son decisivos. Falta la presencia de su fingido rey Túpac Amaru, y, como el espantoso tropel de los bárbaros acom– paña a este, siempre que él no se avance a estas inmediaciones, han de salir en las empresas triunfantes nuestras Armas. Vaya de paso que no hay tiempo para más. Se llenó aun de ternura el cora– zón al (roto el original) sentada en la plaza una compañía de sacer-

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