La rebelión de Túpac Amaru

40 GUILLERMO DURAND FLOREZ mi anhelo, dar una plena satisfacción de todo lo que está a mi cargo en esta ocasión no me será factible por este laberinto que nadie es capaz de·remediar, porque no hay rincón habido que la gente no se haya puesto a traficar mas con el fin del robo, y del saqueo, que la curiosidad, así estoy aquí, en un continuo desvelo, que segui– ré hasta no poder más. Volviendo al rebelde, ahora tres tlias, se hizo aquí una proce– sión solemne de las efigies mas devotas en que la fé, de este ve– cindario, siempre ha cifrado sus consuelos, con un novenario de rogativas, concluída la procesión, por la noche, llegaron cartas de . tierra arriba, no por el Chasquero, que de ordinario corre la posta, sino con un indio Cañari, porque el tránsito de aquel correo a esta se halla ocupado y embarazado del enemigo con centinelas dobles, para estorbar y robar el caudal que, tal vez, se transite para allá, receloso de esto, el chasquero, que venía de Potosí, ha tomado otra precaución que le haya parecido conveniente, este Cañari trajo carta del Doctor Don Miguel Martínez, cura de la doctrina de Santa Rosa, Provincia de Lampa, al Administrador de Correos Don Ignacio de Laseval, en que le anoticia haber apresado a dos sujetos, el uno primo del rebelde, y, el otro, su confidente, que estos pasarán a di– cha Provincia de Lampa, y las demás, con órdenes del principal' con la suma para el general alzamiento, se dice que se ha remitido, al Corregidor de dicha provincia de Lampa~ para un ejemplar cas– tigo, Dios le de luces a aquel Juez, para que lo ejecute con toda rectitud, ya que en este, no sé por que fines, o más por la contem– plación, debo decir, se calla y se oculta tanta insolencia y atrevi– miento, que, en el instante, se debian castigar con un ejemplar echo, que es otro mayor dolor esto de no atender un asunto tan de– Iicado con la exactitud que corresponde, y a fé, para figurar, ultra– jar y vilipendiar a cualquier indemne procedimiento de hombres que propenden al desempeño de sus cargos, tiran por todas vías con infamia a destruir, que lugar tan desdichado ste, tan abomina– ble, aunque es mfpatria, por solo reinar la perversidad cual en par– te alguna del mundo: Parece que un Indio, cacique de la misma Provincia de Tinta, de la Doctrina de Coporaque, manifestando su cristiandad, celo a la fé católica y fidelidad a Nuestro Monarca, im– puesto de los perversos designios del rebelde, oficiosamente, pro– cedió a exhortar, pidiendo, por vía de auxilio, contra el perv rso a los corregidores de Caylloma, Arcquipa, Lampa, Azángaro, Caraba– ya y Puno, que las cinco en el día se consideran situando al en mi– go en las i mediaciones de su fuerte, por lo que respecta de u par– te el dicho cacique de Coporaque qu se nombra, Don Eug nio

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