La rebelión de Túpac Amaru

LA REBELION DE TUPAC AMARU 49 rrencia sea facil y expedita su reunión deba el Señor Corregidor con inspeccion ocular de los lugares arbitrar sobre este punto que haian de desempeñar con mas esmero sus obligaciones los Milicia– nos y que tengan con que poder subsistir, reporten el sueldo de oficiales y prest de soldados que se describen en el Estado adjun– to entendiéndose el sueldo señalado a los oficiales con aquellos que hagan presente al Señor Corregidor no tener facultades para serbir a costa propia en virtud que la maior parte no se duda contribuirán con su perzona y facultades a la defenza de la Patria; Y que te– niéndose entendida la fidelidad de los Indios del partido de Yana– guara para animarseles mas a ella, se socorra a veinte y sinco de ellos diariamente con el prest de soldado de Infantería. Y assi mismo que en el casso de que se comprehenda igual fidelidad en los que son respectibos a los otros partidos se nombre según el arbitro del señor Corregidor un corto número en cada uno de ellos para que reporten y gozen el propio veneficio.- Lo tersero que se apronten los fusiles exisfentes en buena disposición, y que el señor corregi– dor en vista de los ofresimientos de armas que han hecho algunos vecinos disponga recoger las que estos gusten franquear que el Se– ñor Depositario General ponga de manifiesto las veinte y una espa– das que tiene en su poder pertenecientes a la Testamentería de Don Bernardo Campana montando sin dilación y componiendo las que lo necesitaren Que en la propia forma solisite el señor Corregidor asegurar para cuando sea necesario la compra de las Armas de fue– go y corte que haia entre comerciantes en los precios mas equita– tibos a que se pueda a cuio fin se les notifique no las enajenen y extraigan de esta ciudad m~entras duran las fatales ocurrencias Y que renuebe la orden que se enuncia tenerse dada para que se re– cojan las lanzas que están dispersas y que se procure con maña y prudencia recojer las que tengan los Indios entregándoles hondas y palos en su lugar por ser estos mas hábiles. en su manejo aparen– tando si lo pidiese el casso el haber necesidad de su reconosimien– to y compostura sin manifestar desconfianza. Y que nuevamente ponga el señor Corregidor toda diligencia en solicitud de las varas que sean menester para las lanzas que se asienta estarse hasiendo. Lo quarto que se apronten las hondas y palos o garrotillós _que son las armas que manejan con destresa los Indios y se compren en el número que el señor Corregidor gradue combeniente.- Lo quinto que se promulgue bando para que nadie salga de esta ciu– dad sin especial lisencia del señor Corregidor que podrá darlo en casso que haia justa cauza para ello Y assimismo se impida el que se saque de ella viberes ni armas en el entretanto que se hase el

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