La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

66 REPRESENTACION DE LA CIUDAD DEL Cuzco las horas del permiso la contribución, cuyo secreto y otros llegó á en– tender el General de dicha Orden, y despachó una carta pastoral para el reparo, y el prelado superior de Lima escribió otra carta para la reforma, y que los muchos frailes que estaban ausentes del convento se redujesen á él, lo que se hizo patente, y fueron recogi– dos para mayor escándalo, pues á pocos dias les dió nuevas licen– cias el prior·, duplicándoles la cantidad de la paga anual que ántes le daban, y se volvieron á sus tratos y comercios con más libertad; esto sucedió el año de 1762 con el mismo prelado á quien insultaron. 167. Fué muy público y notable en el Cuzco el suceso de haber un prelado de San Agustin echado á todos los frailes jóvenes, que– dándose con cuatro viejos y dos legos, duplicando patentes de li– mosneros, al partir con ellos, de ayudantes de curas y chacareros, y aprovechándose de las rentas que le quedaban libres con la par– te tambien de limosnas, hizo fabricar seis grandes hacheros de pla– ta para llevarlos á Lima, y que le produjesen ·sus alquileres en las funciones funerales y festivas, que son muchas y diarias en aquella ciudad, una crecida renta con que mantener.se fuera de su conven– to; y convirtió en esta fábrica algunas piezas de la misma lámpara de la iglesia, y cuanta plata hurtada le llevaban á vender, consi– derándose haber entrado más de tres mil marcos en dichos hacheros. 168. Sucedió á este prelado otro que despidió áun a lo.s viejos, para que fuesen á vivir á sus casas particulares, donde los mantuvie– sen, con el cargo de asistir á las funciones públicas en comunidad, y se quedó con solos dos y un lego, y dió permiso entrasen á cuidarle dentro de la clausura una negra y una mulata que le servían como si viviese en una casa seglar, y solicitando el ahorro del gasto, deshi– cieron unas andas de la iglesia para convertir en leña para su coci– na, dando lugar á la grave censura de todo la ciudad, y ·que en ella fuese vulgar juicio que no había oficina más segura para almacen de pólvora· que la cocina de aquel convento, por las pocas veces que en ella se encendia candela. 169. Es muy doloroso el ver que se dió principio más hace de sesenta años de una hermosa iglesia del mismo convento, y que ha– biendo seguido su fábrica á expensas de la devocion hasta el estado de poner los arcos de cal y piedra, que tiene algunos, y cubrir sus bóvedas, se hayan seguido muchos prelados sin cuidar de su conti– nuacion, áun teniendo renta separada para esta obra; y habiendo so– licitado el cabildo secular del Cuzco se nombrase de prior á un su– jeto de reconocido juicío y virtud, que lo habia sido ántes, y era muy aplicado al culto y de mucho empeño á la fábrica, no convinieron el

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