La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

REP.RESENTACION DE LA CrnD.ÁD DEL Cuzco sia, coro y · refectorio, manteniéndÓse separadamente en sus celdas eón duplicadas asistencias y desmedidas excepcfones? ¡Cuánto ejem– plo darian á lo~ . religiosos mozos si les viesen Ócupar los confesio– narios ·y asistir á los demas oficios de su ·obligacion monástica, á qüe sólÓ ·acuden los edomandarios y coristas, sujetos de poca adver– tencia y religiosidad, de quienes se puede presumir ménos fruto que el ·que darian los literatos con sus más advertidas direcciones! no es dudable que esta falta trae consecuencias nocivas contra el bien de las almas y reforma de las repúblicas. . p • .172. 'roda el !undarnen~o para Ios excesos y males que se de– qucen én, ·cada punto, consiste en el manejo q:ue tienen los prela– @s pues . si· estuvieran separados de éste, y se mantuviesen por la .admi.nistracion y cuenta . de unos procuradores que e.stuvie– sen sujetos á dar la legal y arreglada cuenta á los visitadores ó sujetos circunspectos de la misma religion, serian más celosos de sus institutos y entrarían á ocupar las prelacías sin el vicio del in– teres; se verian premiados los méritos, y cuando apeteciesen la supe– rioridad y mando, 'anhelarian hacerse dignos, y se emularían en el mejor crédito y opinion, y en todas las buenas circunstancias que les hiciesen resplandece~ en el p.onor y qbligacion á sus súbditos ~ su . imitaciori .con lustres apreciables á sus estados, y serian vene– radas sus doctrinas en todas las ciudades y pueblos con ·una impon– derable cópia de bienes espirituaies. 173. El propio desórden de los conventos de frailes ha dado lu– ga.r ·á · que ·les tengán los monasterios de monjas, y· principalmente los que se 'llaman grandes y de mayor número, pues ya tambien las prel_ac~as s·e anteponen con el interes y se ·ven sus clausuras con relacion llenándose de personas seglares con una multitud de cria– das, que hacen viciosas sus distribuciones y casas de comercio las que deberian ser de edificacion, y es increible el tributo que pagan en sus regalos, comidas .y obseq~ios á_ los prelados,, frailes y clérigos de quienes pehden, consumiendo sus rentas en estas contribuciones, q~e son p·e~ju~iéial~s:. á las vérdaderas religiosas por carecer del sus– tento y vestuario, que uno' ú otro les es preciso pedir á sus parien– tes, sie~do muy coínun el no valerse de los refectorios, sino de lo que peculiarmente puede adquirir cada monja para manténer y ves– tiJ:'.se, y por eso .apetecen y les son necesarias las muchas criadas, por– que l.as ej ercit~n· _en granjerías que les producen lo que han menes– ter, y así sé ve que componiéndose los tales monasterios de sesenta ú ochenta·moíij'3$,' habitan en ellos más de quinientas personas, causan– do la multitud un·· alb_oroto y desasosiego indecible en sus locutorios y portería, que ·todo· desdice del fin de esta clausura, ·cuyo concurso

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