La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
98 lMFORME RELACIONADO DEL CABILDO DEL Cuzco dad por el coronel de infantería D. Miguel Torrejon, como procura– dor síndico general, ·procedieron los jueces á su pesquisa. No se descubrió en ella ningun cómplice; pero denunciada la conspiracion por un religioso de la órden de San Agustin, tomó este cabildo pron– tamente las providencias que se manifiestan en los documentos 1 y 2, de que dió cuenta al Virey, que aprobó sus resoluciones como parece de sus cartas testimoniadas núm. 3. No retardó este cabildo el reparo que consideró conveniente, y de acuerdo con el corregidor D. Fernando Inclan, se mandaron aprontar los dos regimientos fijos de milicias de la dotacion de esta ciudad, para que la guarnicie_sen 1 y con sus patrullas y guardias por todos los barrios y · extramuros advirtiesen los movimientos del pueblo, de cuyo cuidado se encar– garon el mismo coronel de infantería ·como comandante, y el tenien– te coronel de caballería D. Mateo Oric_ain, en ausencia de su co– ronel el Marqués de Rocafuerte, que se hallaba de corregidor en la provincia de Urubamba, y ambos jefes desempeñaron con puntua– lidad y exactitud sus deberes, de que informado el Virey, les escri– bió las gracias manifestándoles la satisfaccion con que se hallaba de su conducta. Luégo se formó una puntual lista de todo el ve– cindario de honor, y compartiendo su. número por cuarteles, se dis– puso de ellos una gran guardia de veinte y cinco hombres, para que apostada todas las noches por turno en las casas capitulares, custo– diasen las Reales arcas de V. M. y estuviese pronta con .otra com– pañía del regimiento de infantería, p-ara impedir cualquier insulto. No se reservó vecino por carácter ni edad, que no fuese compren– dido, ofreciéndose con nobilísimo ánimo y voluntad á un servicio y fatiga. que considero propio de su fidelidad, y nombrándose uno de los más principales cada noche por comandante de este cuerpo, se emulaban todos á su mejor desempeño. Los indios, caciques y no– bles naturales de las parroquias, se· presentaron manifestando su lealtad, ofreciéndose á turnar en las guardias, lo que se les concedió incorporados en los de los vecinos, y que fué de grande consuelo te– ner adictos á estos fieles vasallos de V. M., sin asociarse á los .per– versos inqui-etadores. Fué objeto principal en estas disposiciones, el no gravar en cosa alguna la Real Hacienda, porque los mismos co– mandan tes se ofrecieron á hacer los gastos y aumentaron las mu– niciones necesarias, y repusieron las pocas que tenía la sala de ar– mas, contribuyendo este cabildo con los ~ueldos que se hicieron pre– cisos á los oficiales que serv:an de ayudantes con ejercicio contÍ·· nuo, siendo igual en todos los vecinos el deseo de ,gacrificar sus vi– das y haciendas en el mej or, más pront o y desinteresado servicio de V. M. y de la patria. Las armas eran pocas, reducidos á doscientos fusiles que años ántes solicitó este cabildo, conduciéndolos á su cos-
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