La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
IMFORME RELACIONADO DEL CABILDO DEL Cuzco 101 plices manchaban en comun á su vecindario, pensaba bien esta re– pública en su quietud y descanso; pero le duró poco esta pasajera confianza, porque el dia 12 de Noviembre del mismo año se turbó de nuevo su sosiego con la noticia del infame hecho del cacique del pueblo de Tongasuca, en la provincia de Tinta, Josef Gabriel Tupac Amaro, que habiendo dado muerte afrentosa á su corregidor el co– ronel D. Antonio de Arriaga, empezó a conmover los pueblos y pro– vincias inmediatas para un general alzamiento, y sorprendido con esta novedad este cabildo, renovó sus atenciones para promover las diligencias conducentes al reparo de tan insolente resolución. No le pareció sujetar sus providencias á solo el dictámen de los jueces y capitulares, porque asunto de tanta gravedad debia oirle el distin– guido vecindario y producir para el acierto de sus fieles pensamien– tos, y convocado éste sin la menor demora, se acordó la resolución que instruye el documento número 4. En él están apoyadas las obli– gaciones en que se constituyen los cabildos para tan urgentes acon– tecimientos, y favorecido de su autorizada jurisdiccion en el pre– sente caso, no se detuvo en el uso de sus facultades, haciéndose car– go del dilatado recurso al Virey, y promovió luégo todo lo que con– sideró preciso á la pronta defensa de esta ciudad y sus provincias. Erigió la junta de jueces y militares que previno en este primer acto, y sin pereza alguna mandó se aprontasen y acuartelasen los dos regimientos de milicias de infantería y caballería de la ciudad, en la grande y espaciosa casa que fué colegio de los jesuitas expul– sos, lo que tomaron á su cargo sus coroneles, con el honor y em– peño á que están acostumbrados. Nombróse por comandante del cuartel al sargento mayor de ejército D. J oaquin de Valcárcel, aten– diendo á su pericia militar, su actividad y nobles calidades, se pa– saron á él los doscientos fusiles y cien rejones con la pólvora y ba– las que se hallaban en la sala de armas; se dispusieron rondas y guardias con las avanzadas á los caminos y parajes del tránsito por donde aquel rebelde pudiera comunicar sus maliciosas ideas, que fué un medio pronto de cortárselas y que no llegasen sus cartas y pa– peles á los indios de esta ciudad y su vulgo, como se consiguió ase– gurando los mensajeros de ellos. Dióse pronta noticia con expreso al Virey de Lima y visitador general del reino, pidiéndoles providen– ciasen armas y tropa de auxilio, y luégo se despacharon avisos á los corregidores de todas las provincias para que reparasen los movi– mientos de ellas y remitiesen á esta capital la gente de guerra que pudiesen, á fin de formar un cuerpo de ejército que la defendiese encargando particularmente al corregidor de la de Lampa detuviese el correo de la vereda de Potosí, que debia conducir crecido número de caudales, para que no se apoderase de ellos el rebelde en el pre-
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