La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

104 !MFORME RELACIONADO DEL CABILDO DEL Cuzco chos rejones en forma de lanzas, que supliesen la falta de fusiles, confiando el desempeño de este cuidado á D. Domingo Pagasa, sar– gento mayor de la plaza, sujeto de la mejor disposicion, que satis– fizo bien estos encargos. Dispuso resguardar con traviesas las calles que dan entrada á la plaza, encargando esta diligencia al coronel D. Matías Baullen de Aponte, provisto corregidor de esta ciudad, por su notoria práctica é inteligencia, quien comisionó para que estuvie– se á sus órdenes á D. Francisco Morales, sujeto de eficaz empeño; que se fortificasen y amurallasen las entradas principales de la ciu– dad, y se tapiasen las ménos necesarias, de que se encargaron ve– cinos de honor y carácter, como lo fueron el coronel de Quispican– che D. José de Peralta, D. Mateo García y Viana, D. Miguel de Ve– lasco y D. Francisco Origuela, en que se ocuparon todos con eficaz empeño. Fué uno de los más principales cuidados reparar la artille– ría, que constaba de seis piezas, las cuatro pequeñas de fácil trans– porte y dos mayores, construyendo de nuevo sus defectuosas cure– ñas, surtiéndolas de sus correspondientes utensilios, y que para su resguardo y uso se formase una conveniente trinchera con su foso, en la plaza mayor, donde está el cuartel, con extension para admi– tir en su centro mucha gente en una forzosa retirada. Todo se confió á la direccion del mismo coronel D. Matías Baullen, y siendo nece– sario mayor número de cañones y que tambien se hiciesen granadas, se le aumentó este cuidado y confió su construccion, por su conoci– da habilidad y prolijo conato á la más pronta expedicion, que aun– que no profesa esta facultad, hizo todos los oficios de ingeniero con acierto y utilidad á la defensa, y tomándolo á su cargo con efica– císimo empeño, hizo su habitacion en el mismo cuartel, y era pe– renne su presencia asistiendo tambien á las juntas de guerra, co– mo uno de sus primeros vocales. Y para su manejo se solicitaron artilleros prácticos, hallándose que lo fueron de la Real armada, quienes se encargasen de instruir á otros, bajo del comando del ca– pitan de este cuerpo D. Márcos Antonio de la Cámara y su teniente el regidor D. José Miguel de Mendoza, los que formaron, cuartel asistiendo en él de dia y de noche con aquellos artilleros con vigi– lante cuidado. Los corregidores de las provincias de la jurisdiccion de esta ciudad, en fuerza de su obligacion y del aviso que les pasó este cabildo y junta de Guerra, fueron verificando el auxilio de t ropas, y el día 15 de Noviembre entró el primero con las de la pro– vincia de Urubamba, su corregidor D. Juan Nicolas de Lobaton y Zabala, marqués de Rocafuerte, que despues de haber acuartelado el dia 12 el regimiento de caballería fijo de milicias de esta ciudad, de que es coronel, y dejado sus ór denes á su sargento mayor D. Gaspar de Rosas, oficial de honor y actividad, por ausencia del

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx