La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

INFORME RELACIONADO DEL CABILDO DEL CUZCO 111 bambas y Chilques (a) Pururo, salió con este refuerzo de esta ciu– dad el dia 8 de Diciembre de 780, llevando plata y municiones pá– ra que unido con la gente de Celorio defendiesen aquel importan– te lugar, cuyos frutos, y particularmente el de la coca, eran de mq-· cho aprecio al rebelde. Con mucha dificultad, que venció, consiguió llegar á aquel pueblo, que luégo le fortificó y guarneció, y alistan– do la gente capaz de tomar armas, completó siete compañías, con 1as que logró hacer despues felices funciones en defensa de aquel asien· to. Manteníanse sin sujetar al rebelde los pueblos de Coporague y Yanrí, que están en la serranía de la provincia dé Tinta, goberna– dos por el fidelísimo cacique D. Eugenio Sinanyuca, quien forman• do un cuerpo con los indios de su parcialidad hizo frente á los reb~lados y dió cuenta á este cabildo y junta, pidiendo auxilio de ar– mas, que·no se le pudieron dar por la escasez de ella; pero alentán.– dole á su constancia, se le libró nombramiento de justicia mayor para que tuviese mayor autoridad, encargándole se uniese con la gen– te fiel de la provincia de Cailloma y de las del Callao, que estaban inmediatas, lo que no. pudo conseguir aunque lo solicitó, y haciendo por sí cuanta defensa pudo contra el ejército del rebelde, fué desba– ratado y preso; pero reservándole lá vida, le intentó persuadir á su partido confiándole el segt.rro de su casa y f.amilia:, miéntras él segufa. -. sus empresas, de cuya ocasion se valió para hacer fuga y retirars~ á la ciudad de Arequipa. Este noble cacique, por su lealtad y los pad~cimientos que tuvo, es merecedor de la atencion y clemencia de V. M., y por haber destinado á dos hijos suyos á servir en nuestro ejé:r-· cito. La provincia de Chumbibilcas, antemural de la de Tinta por la parte del Sur, fué alterada por los emisarios del rebelde que publica– ron los edictos y papelones con qué los convocaba; su corregidor D. José Ignacio Campino se hallaba retirado en el más distante parti– do de ella; diéronle noticia de esta novedad D. Valerio ·Vej arano, sp dependiente, y el cura del pueblo de Libitaca D. Vicente Jaras, piq-· ticipándole tambien á este cabildo con la mayor presteza, y vino· este eclesiástico personalmente á comunicar lo que le pareció con– veniente de la defensa de aquella provincia, procediendo con celo y lealtad, como lo hizo despues, confortando á sus feligreses y persua-· diéndoles á la debida fidelidad con otros servicios que le califican de buen vasallo de V. M. y arreglado párroco. El corregidor se con– dujo aceleradamente al pueblo nombrado Velille, el que hallo su– blevado á favor del traidor, que no pudo resistirle con la poca gen– te española que tenía; y si no le hubiese amparado con disimulada ocultacion el cura D. Francisco Antonio de Areta, hubiera sido pr~· so ó muerto por los enemigos, de cuya furia se libró retirándose co1f mucho rfosgo por ocultas veredas de la jurisdiccion de la provincia

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