La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
INFORME RELACION i\oo DEL CABILDO · DEL Cuzco 113 lós ·énemigos fronterizos á su curato én la banda contraria del r~ó que intermedia, daba frecuentes avisos· á la junta 'de Guerra, y los participó muchas veces personalmente, manifestando un ánimó noble y constante al mejor servicio y vasallaje de V. M. Tarri– bien el cura del pueblo de Coppir, Dr. D. Francisco Javier Henebra, hizo cuanta defensa pudo con sus feligreses contra el rebelde Parbina; y se fortaleció con ellos en el importante puente nombrado Gua– cachaca, en que impidió el tránsito de aquel enemigo. Daba mucho cuidado el mantener defendidos los pueblos fieles de la quebrada de la provincia de Quispicanche, contra los rebeldes de ella en los aos partidos altos de Pomacanche y Ocangate, con la grande cor– dillera de Ausangate, y guarnecer los puertos de Caycay, Urcos y Quiquisana: y faltando allí corregidor desde que murió en Sanga– rarara D. Fernando de Cabrera, se nombró por el Cabildo y junta de Guerra por justicia mayor, con el mando militar, á don Pedro Concha y Jara, caballero jóven de esta ciudad, hacendado en dicha provincia, que admitió este encargo resistido p0r _otros que recele– laban el riesgo de poderse defender contra tan inmediatos y nume– rosos enemigos. Y habiéndose auxiliado con .alguna tropa y po~as armas, se le encargó .la fábrica de rejones .en aquellos pueblos, y reclutando la gente española y mestiza de ellos, los conservó en fi– delidad con empeño y conocido espíritu, hasta que los invadió el rebelde, de tránsito á esta ciudad, con su ejército, y entónces se retiró aquí con la gente española que fué destinada á la defensa del pu~blo de San Je~ónimo, y concurrió poco despues á la funcion de Sáilla, habiéndole quemado sus casas y robado sus bienes y gana– dos, como .lo hizo en las demas haciendas de españoles. El Dr. D~ ~edro Santiestéban, cura del pueblo de Ureas, qu~ es capit~l de l~ mismá prov~ncia, esforzó su celo y predicacion para manten_er fíe-. les y constantes . á sus feligreses, que se hallaban insultados de los rebe~des. por todos sus frentes, alentándoles á la defensa del pu~~~ te, y que embár~asen ~l tránsito á los muchos enemigos que lo i'ri– tentaban. Hizo este ecle.siástico los oficios que debiera un coman– dante militar, para repartir los acometimientos del enemigo, en oca– sion de no tener todavía jefe la provincia, y logró no internasen ~ su pueblo los que estaban ya apoderados del inmediato de Quiqui– sana. Acompañó despues al justicia mayor y comandante Concha:, con- el mayor esfuerzo y empeño, para conseguir fuese preservado todo el trozo de la Quebrada. Comunicó frecuentes noticias á la junta de Gueira y reverendo Obispo de los movimientos que obser-· vaba: en los rebeldes, y cuando llegó el término de internar· el ''trai– dor José Gabriel Tupac Amaro, se resolvió á pasar de noche, con muého riesgo ·· de su persona, ·atropellando partidas de enemigos, á
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