La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

114 lNFORMr: RELACIONADO DEL CABILtlO DEL C UZCO dar parte de .sus designios, cuya anticipada noticia y la que comu– nicó D. José Gomez, cura del pueblo de Oropesa, sirvi6 para expe– dir con presteza el destacamento que salió á su oposicion al sitio de la Angostura, donde se logró la famosa funcion de Sailla, con que se le cortaron al rebelde sus primeras ideas de entrar por allí á esta ciudad, debiéndose el feliz éxito al anticipado aviso, qtte no se hubiera logrado con pérdida de dos horas, como se advertirá cuan– do se exponga este suceso. La constante residencia de este eclesiás– tico en su curato, le franqueó lugar á qµe la tuviesen sus feligre– ses, y á servir de .auxilio y consuelo á nuestras tropas en aquel pue– blo y transeuntes á las expediciones, por haber sido el antemural del enemigo y mansion precisa á los principales jefes y oficiales de V. M., haciéndose por todo digno de que se haga esta memoria de su mérito, fidelidad y amor á V. M. Ayudó mucho á la misma defensa de aquellos pueblos y del puente de Caycay, el fiel y diligente eclesiástico D. Felipe de Loar– za, quien alentando á los indios del pueblo de Oropesa y sus conve– cinos, le custodiaba y defendia, dando frecuentes avisos de lo que ocurria, y continuó despues su mérito, juntando gente de indios fie• les y mozos, con que formó una columna, y pasó con -ella á servir en e1 ejérdto, con demostraciones leales y del mejór servicio de · V. M., de que habrán informado los· jefes y comandantes. Se ex– tendia la atencion de este cabildo y junta de Guerra, no sólo á pre– venir y premeditar las disposiciones de la defensa, sino á cuidar de la reduccion de los rebeldes, y que no vacilasen en la religion por falta de párrocos que les diesen pasto espiritual, porque habiéndo:. se retirado muchos curas amedrentados, dispuso se esco.giesen r·e1i– giosos de suficiencia y espíritu de los conventos dé esta ciudad, á quienes franqueó sus costos y gratificaciones para que pasasen á los pueblos alterados y les pred :casen, desengañándoles de los erro– res en que habían entrado. y contribuyó mucho á esta cristiana y prudente providencia la pastoral instruccion y facultades que les con– firió el reverendo Obispo. Y cuando con ella no se hubiese con– seguido el santo fin que la promovió, se manifestó por este cabil– do, cuidados de que tuviesen ejecucion los católicos encargados de las leyes, y esperimentasen estos vasallos, aunque ingratos, la pie– dad con que V. M. les ampara. Al mismo tiempo el celo del prelado, impUl!Sto en las sacrílegas operaciones del pérfido José Gabriel y sus secuaces, con que incendiaron la iglesia del pueblo de Sangara– ra;--la- irreverente violacion de los templos,-- sacando- de- -ellos- los- ór– natnentos y vasos sagrados para usos indecentes, y el menosprecio y malos tratamientos . que hacian á los sacerdotes, tomó la resolu~

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