La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

INFORME RELACIONADO I>EL CABILDO DEL Cuzco 123 miento hacerla la insinuacion que consta del documento número 8, para que, sin embargo de sus grandes talentos y puntual atencion á todos, no omitiese poner los reparos á la seguridad de la que se llama Pampa de Jajaguana, que está á nuestra espalda, y de don– de principalmente se abastece esta ciudad, preciso tránsito para la vereda de Lima. Llamó luégo la atencion al socorro de la inmedia– ta provincia de Urubamba y su único puente, por el recelo que se tuvo de que la insultase Diego Tupac Amaro, para conducirse por allí con su ejército y apoderarse del mencionado cerro de la for– taleza, y sin embargo de la satisfaccion que se tenía de la buena gente que guarnecía aquellos pueblos y puente, despachó el coman– dante general al sargento mayor Laysequilla con el teniente coro– nel Astete con cuarenta hombres escogidos que habían quedado aquí de la florida gente de Pancartambo, pero desvanecidos los re– celos por mantenerse aquel enemigo en la playa de Pisac sin po– der vadear el rio, se les mandó retirar á estos d'os oficiales, dejando la guarnicion que estaba allí al mando de D. José Antonio de Vi– var, y que volviesen con la que llevaron á unirse con los caciques Pumacalma y Rosas para embarazar la internacion que podria in– tentar el ejército de José Gabriel por las faldas del cerro de Piccho á la citada Pampa de Jajaguana, á cuyo resguardo estaban con sus fieles indios, y se vieron poco despues los buenos efectos de este advertido y comprendido órden. Dejábase ver el ejército enemigo el dia 6 en los cerros que dominan la entrada nombrada Puquin, y pareciéndole conveniente al comandante Avilés resguardar un puesto ventajoso, destacó á él veinticinco hombres de los pardos de Lima, al mando de D. Francisco Cisneros, oficial de satisfacción, y ántes de ocuparle, fué cortada esta pequeña tropa, y en el reen– cuentro que tuvo murieron catorce hombres y el oficial que los man– daba, á cuyo auxilio se despachó luégo la mitad de la compañía del comercio, primera del regimiento de infantería de esta plaza, que sostuvo con animosidad los progresos de aquella partida de enemi– gos, y retirados éstos, se restituyó al cuartel sin quebranto alguno. Adelantóse la malicia y atrevimiento del rebelde José Gabriel á es– cribir cartas el dia 7 á este cabildo secular, al eclesiástico, al reve– rendo Obispo y prelados, manifestando se dirigian sus fines, con la entrada que pensaba hacer en esta ciudad, á reformar abusos ,, establecer un gobierno equitativo, y persuadía se le recibiese con aplausos y estimaciones. Esta soberbia arrogancia irritó los ánimos de los magistrados, y anhelando el comandante y jefes militares el castigo de tan atrevido traidor, esforzó sus providencias para con– seguirlo en la gloriosa defensa del siguiente dia 8 de Enero de 781 .

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