La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
INP'ORME RELACIONADO DEL C ABILDO DEL Cuzco 127 ha de lealtad á V. M. Duró la funcion y permaneció el fueg9 hasta que obscureció la noche, y fué preciso retirar al sargento may~r Laysequilla, .por fatigado, con µna grande contusion, . quien, mer_~ciendo las estimaciones dignas á su .cumplido desempeño, se .las m~nifestaron el comandante ·Y jefes, quedando en el cerro toda la tro– pa, tambien fatigada, al cargo del coronel Guisasola y del capitan Gutierrez~ se les despachó el socorro de ba.stimento que se tuvo por necesario, se hizo lo mismo para los indios de los dos caciques, con– siderando á todos cansados y llenos de necesidades, y se les. envia– ron tiendas de campaña para que se reparasen de las inclemencias del sitio y lluvia que amenazaba, encargando su conducta y distri– bucion al cuidado del capitan D. José de Oliva, que acompañó á los comandantes del cerro. Todas las tropas se mantuvieron en sus puestos y _ líneas, y pasó esa noche D. Manuel Villalta con más de 100 hombres fusile ros, y reforzando aquella guarnicion á tiempo de haberse declarado con furiosa tenacidad un grande y permanente aguacero, que toleraron todos con el mayor sufrimiento y constan– cia, manteniéndose sobre las armas, manifestando esta gente mili– ciana su valor y obediencia, que. puede servir de ejemp{G ·á ·la. más aguefrida y ·veterana. Con el · dia amaneció una muy ..espesa· nie– bla, que impidiendo enteramente descubrir a1 enemigo, · ::;~ .ignp~aba su situacion, y luégo· que · fué aclarando, se· reconoció haber hechG fuga precipitada, dejando ·en la campaña una pieza de artUJería :.con algunas municiones, y el bagaje de su propia cama, lo que dió ·á conocer el temor que él y todo su ejército concibió de nuestras armas. Dispuso el comandante se retirase del cerro toda nuestra fa– tigada tropa, .y que pasase á él la guarnicion que pareció ne~esaria al mando .del Conde .de Vallehermoso para observar cualesquiera IU<?– vjmientos de alguna .oculta partida de .enemigos, pero no se .descu– brió ninguna, por haberse entregado todos á la .fuga. Logró esta ciudad verse li'Qre del asedio, y que no tuviese efecto el torcido p~J?.samiento de entrar en ella el. rebelde, que fué t odo su anhelo, por– que posesionado de la capital del reino antiguo, córte de sus In– gas, contaba con el imaginar.io triunfo de sus perversas ideas; r.es– pirando sus habitantes de la congoja que ocupaba sus ánimos, y prin– cipalmente el crecido gremio de las mujeres y religiosas de monas– terios salieron de su conflicto, ofreciendo á Dios gracias y alaban– zas por la .piedad y amparo debtdo á su infinita misericordia. Fue– r on prodigiosos y admirables estos suoesos, y los más felices . que pudiero.n esperarse en esta atrevida empresa del malicioso traidor Tupac Amaro; se vieron los efectos de la advertida conducta del co– mandante Avilés, la subordinacion y honroso empeño de los demas
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