La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
140 INFORME R ELACIONADO DEL C ABILDO DEL C uzco po, les acometió otra con bastante número de enemigos, mataron cuatro soldados de Andaguaylas, huyendo luégo por los cerros por haber avistado la tropa. La del pueblo de Pancarbambo hizo una salida para proveerse de carne, que lo consiguió llevando algunos &anados de los enemigos, ya abastecido y con aumento de guarni– c'ion, se retiró la columna, pasando el puente de Caycay al paraje nombrado Moyna, cinco leguas de esta ciudad, donde se le mandó permanecer, por tenerse noticia que los rebeldes de la parte de Ya– nacocha se dejaban ver por los altos d .Quispicanche, para bajar á insultar los pueblos de la Quebrada. Operó en todo bien esta colum– na, desempeñando el jefe Balcárcel sus segundos, sus oficiales y tro– pa, la justa satisfaccion y confianza que de ellos se tuvo, y despues se le mandó avanzar al sitio nombrado Guaraypata, para estar pron– ta á los reparos de Sicuani. Tuviéronse extrañas y melancólicas no– ticias de que en aquel pueblo, que es el mayor y principal de la pro– vincia de Tinta, donde se mantenía una correspondiente guarnicion de nuestras tropas, se hallaban éstas con alguna inquietud contra el jefe y oficiales que las mandaban, y que á vista est~ba Diego Tu– pac Amaro, que tenía cuatro campamentos avanzados, con que hos– tilizaban y cortaban la introduccion al mismo pueblo, con cuya ne– cesidad resolvió el General mariscal de campo pasase luégo el co– ronel D. Matias Baulen, áun hallándose este para recibirse en el empleo de corregidor en esta ciudad, y que á todo riesgo se inter– n(;lSe allí con las facultades de obrar, como con efecto, llevando por su segundo al sargento mayor D. Francisco Lelorio y la corta es– colta de 15 soldados de su confianza, en 24 horas superó el tránsito de 30 leguas con no poco peligro de perder la vida á manos de los rebeldes, que inundaron varios puestos de la ruta. Entró en Sicua– ni, en donde se mantuvo cuatro meses, haciendo la defensiva glo– riosa de cuantos acometimientos le hizo el enemigo, con especialidad en los altos del campo de Honocora, con su presencia y los repa– ros que puso, cesaron los cuidados y quedó precavida la sedicion qu~ se había incrementado en aquella guarnicion contra su jefe y oficiales. No se omitió por el Virey de Lima providencia conducen– te á la entera pacificacion de las provincias, y con maduro acuerdo resolvió se publicase un nuevo indulto y perdon general, inclu– yendo en él á Diego Tupac Amaro, sus sobrinos y á los demas que hicieron cabeza en el rebelion; y publicado éste en todas partes tuvo el efecto de admitirse por aquéllos. Escribió cartas aquel rebelde al General mariscal de campo, pidiendo algunas seguridades del cum– plimiento del indulto, desconfiando su maliciosa cavilacion en que pu– diera dejar de obedecer y guardarse por los jefes subalternos y los
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