La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

PRÓLOGO XVII en parte. Pero en su etapa postrera acusa un sensible decaimiento, aspecto .que coincide con el gobierno de Carlos IV. El Constitucionalismo es una etapa caracterizada por un osten– sible e importante cambio de actitud política. La invasión francesa permitió romper los antiguos diques. En América se produjo un rá– pido fermento, patentizándose variadas actitudes latentes entre los hombres de sus diferentes castas. Existía un fidelismo hacia la per– sona del rey Fernando VII, a la vez que un aprovechamiento de condiciones históricas que posibilitan trascender el personalismo absolutista del rey y entrar dentro del campo de garantías públicas encarnadas en una Constitución. El historiador español Miguel Artola ha señalado agudamente cómo en esta etapa,empujados por la esperanza de una concreta re– forma político .. social, refluyen como afrancesados muchos sujetos de la casi olvidade generación ilustrada que colaboró con Carlos III. Aparecen en otro escenario histórico, a la par que surge ~na repul– sa contra el invasor galo. Se trata de limitar la arbitrariedad tra– dicional del personalismo absolutista en la vida política del país. Persiguen los afrancesados modificar la vida social en función de su constante progresismo. El grupo "juntista" tiende a mantener el ré– gimen monárquico, aunque acercándolo al modelo inglés. En América la novísima Constitución de 1812 sólo satisface an– helos políticos momentáneos. Por otra parte, esta Carta brota ao– mo consecuencia de la promulgación de la Constitución de Bayona (1808). A punto tal que, sin ésta, no se explica la aparición de aqué– lla, dada la fuerza del conservadorismo hispánico. Nuestro ritmo histórico se había incrementado en forma rápidísi– ma y rebasará a la nueva Constitución, algo tardía. Lo que pudo ser una solución a fines del XVIII, se ha trasformado en un simple paliati– vo al comenzar la centuria posterior. Una extensa ola sacude a Hispa– noamérica. En el Perú el Virrey Abascal la detiene momentánea– mente. Esta etapa constitucionalista tiene un retroceso final. Cuando Fernando VII es restaurado, se hacen patentes métodos neoabsolu– tistas sobre una inestable realidad social que concluye por conver– tirse en una acción simplemente represiva. La tensión de los grupos humanos está representada en esta ocasión por la oposición entre ultramontanos o "serviles'' y constitucionalistas o "liberales". Como aliado decisivo de los constitucionalistas peruanos aparece, con retardo característico, un periodismo de tipo crítico-político a

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