La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

160 RELAqÓN DEL. CUZGO nado de Luis XIV en el diez y siete y en este diez y ocho en el rei– nado de Luis XV, exponen la magnificencia de estos Poderosos Mo– narcas, el brillo de su Corte, y el ingenio de los que se encomenda– ron de dirigirlas. Pero que instruccion, que utilidades dexan des– pues de aquellas esplendidas descripciones? Tenemos una bien circunstanciada de unas soberbias fiestas que el buen gusto de Luis XIV dio en Versailles a toda su Corte. El que nos las 1 3 describe es el celebre Moliere. Mas a excepcion del golpe que dá a la imaginacion tanta grandeza, y tanto ingenio em– peñado en aumentar los sagrados del espectaculo, nada mas queda. Mescla allí Moliere varias piezas de su composicion, en que se reco– noce siempre su Pluma Maestra, y al mismo tiempo que no lo ins– piraba entonces el Numen que le dictaba sus incomparables Come– dias. En nuestra España se han hecho estimables los Jesuitas Luis de Lozada, y J oseph Francisco de Isla en su Juventud triunfante, y Día grande de Navarra. Es de admirar en estos dos ingenios la fe– cundidad para el chiste: no hay linea que no sea una agudeza, un bello equívoco, un sainete festivo. Pero ya nos ha dicho un Sabio, y nosotros lo experimentamos, que las muchas ingeniosidades en una obra, fatigan, degeneran tal vez en frialdades ; y mas son para dichas que para escritas. Consisten en ciertas proporciones finas, pequeñas, y delicadas que se escapan a la atencion de los hombres de sentido, se van siempre al fondo. Esparzanse desde luego; nada es mas del caso, quando la alegría reina ; pero no se esparzan con mano prodiga. Esto es la mismo que nos dixo un Poeta sensato: Voluptates commendat rarior usus. Se advertirá que los Poetas ma– yores, no son ingeniosos, c9n esta especie de ingeniosidades, que su grandeza es de otro temple, y que. los equivocos ó juegos de pala– bras, viciarían toda 14 su Magestad. Asi el que solo busca rasgos in– geniosos, seria como el que hiere un pedernal 1 s para que salten chis– pas, que solo se divierte por un momento. Un Poeta francés, decía al caso: Quand on a trop d' esprit, on n'a pas assez. Nuestra America nos ha dado en Lima muchas relaciones de fiestas. El in~igne Don Pedro de Peralta, podía dar r eglas de ellas a todo el mundo. El inventó ese modo de decir raro, sentencioso, y tan fertil que parece se le atropellaban los nobles imagenes ; pero quisa 13. ms. ff. 7. 14. ms. ff. 7v. 15. Se encuentra tachada la palabra solo.

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