La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

RELACIÓN DEL Cuzco 171 Pero reconoscamos las excelencias del Peru; y sin que escuche– mos a la pasion de nacidos en su seno, confesemos lo que no nega– ran los mas neutrales, que el Peru excede a Mexico en Política; en suavidad de gobierno; en el aprecio de aquellas virtudes morales, que no siempre han sido estimadas en el Paganismo; en magnifi– cencia de obras publicas; en la inmensidad de sus conquistas; y so– bre todo en riquezas. Desemvolvamos estas semillas. Un Aleman y un Frances, Samuel de Puffendorff, y el Caba– llero J aucourt, aquel en fines del siglo ultimo, y este en nuestros dias, han exaltado considerablemente la Política de los Monarcas Pe– ruanos. Puffendorff en una de sus mejores obras (4) dice que hay pocas Naciones que puedan gloriarse de haber excedido a los Incas en el establecimiento de sabias reglamentos políticos. J aucourtt tie– ne este fallo: que Manco Capac, y Confucio han sido Legisladores que han hecho a los hombres mas moderados y mas humanos, y asi tambien mas honrados; y que por espacio de quinientos años ha ha– bido en la China, y en el Peru mas hombres de bien y mas felices, que desde el principio del mundo en el resto de la tierra. Sin que nos detenga la exageracion que estos juicios puedan te– ner, en sola su historia hallamos 40 con que llevar hasta la admira– cion su Politica. Leyes Agrarias que dividian con suma proporcion y equidad las tierras; Leyes suntuarias que moderaban el luxo no solo en la Plebe, no solo en los de 41 mediocre orden, sino aun en los que su grado, clase, honor ó nacimiento elevaban sobre los demas; Leyes que llamaban de hermandad para el mutuo auxilio en las ne– cesidades comunes; Leyes de humanidad para socorrer enfermos, in– validos, impedidos, viejos, mugeres, niños, mas beneficas y mas uni– versales que las· que celebraba Atenas en su Pritaneo: Leyes de hos– pitalidad ·para Peregrinos, Estrangeros y Caminantes, sin que algu– nos de estos contrib~yese a las expensas de su alojamiento ó sus– tento;Leyes para consolar y ensanchar los animos de los que las ca– lamidades particulares oprimian; Leyes para que ciertos Magistrados destinados solo a este fin velasen sobre la educacion domestica de las familias, el aseo, vestido y limpieza de los hijos, su obediencia a los padres, y el exercicio diario que los ocupaba; como si alguna vez hubieran oído al que dixo: el que no cuida de su casa y familia es de peor condicion que el que posterga su religion y su creencia: (5) Leyes en fin que hazian perpetua guerra a la ociosidad, que 40. 41. (4) ms. ff. 16v. Existe ilegible sílaba tachada. Introduction a l' histoire des principaux Etats qui sont aujour d' hui dans l' Europe. (pp. 9. nota l. ed. 1795) . (5) Si quis suorum et maxime domesticorum curam non habet, fidem negavit, et est infideli deterior. l. Tim. 5. (pp. 10. nota 1, ed 1795

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