La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

RELACIÓN DEL Cuzco 173 Nada hazia resaltar mas la suavidad de este gobierno que el horror que causaban los sacrificios sangrientos. En esta parte debe avergonzarse Mexico de entrar a paralelo con el Peru. Su magnifi– co Templo dedicado al Dios de la guerra: aquel Humilladero horro– roso (7) en que eran sacrificados tantos millares, y en que para per– petuar la atrocidad se conservaban ensartados los cráneos de los infelices que eran las victimas de aquella devocion inhumana ó de– mencia fanatica, eran los monumentos mas infames de la religiosa crueldad de aquella Nacion. Mas de veinte mil por año eran los que hazian con sus vidas las expensas de aquel culto sanguinario, no solamente entre los enemigos vencidos, sino aun entre los subditos del Monarca sin distincion de sexos, edades, calidades, ni clases. Asi aquellos formidables Sacerdotes no eran sino organos de la cruel– dad que derramaban por todo el vasto cuerpo de aquella Monarquía como fruto del entusiasmo divino que decían, los agitaba. Asi se obscurecían otras virtudes morales que hazian 44 memorable a aquel dilatadisimo Imperio. Los Monarcas Peruanos detestaron siempre estos sacrificios de sangre. J amas se vieron en sus templos: los prohibieron en las na– ciones que conquistaron: abominaron los manjares religiosos ó re– galados de carne humana (8). Subro.garon en las aras, corderos, aves, mieses, legumbres, brevages particulares, telas finas, la plata y el oro mas acendrado de sus ricas minas. Esta era la materia de sus victimas, inmolaciones, libaciones y holocaustos. A esto limitaban las expensas de su culto; y si erraron infelizmente en sus Numenes; ciñeron prudentemente sus ofrendas a aquello mismo que antes de nuestro incruento sacrificio, hazia la magnificencia de aquella antigua ley que preparaba a la nueva de gracia. Esta suavidad de su Politica, esta dulzura de sus Leyes, esta de– testacion de sacrificios cruentos de humanas victimas, los debe co– locar en el orden de mentes llenas de luces naturales, capaces de hazer honor a la humanidad. Verguenza es que se llegase a dudar si se habían de colocar entre los Individuos de la especie humana, ó degradarlos sino hasta el grado de bestias, al de una clase media entre lo racional y lo irracional. El sabio Frances Juan Pedro de Bougainville que murio en 1763 hablando de ciertos Monos que se encuentran en el reino de Ma– yomba sobre el Golfo de Guinea de singularismo instinto, de la altu- 44. ms. ff. 18. (7) Satis lib. 3 cap. 13. (pp. 12 nota 1, ed. 1795). (8) Garcilaso lib. lQ cap. 10. (pp. 13, nota 1, ed. 1795).

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