La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
174 RELACIÓN DEL ' Cuzco. ra de un hombre, aunque mas gruesos, y de unas operaciones que se acercan muchos a las de los hombres, por las quales los Cartagine– ses quando arribaron a aquella costa bajo la conducta de Hannon, los tuvieron por hombres: dice que este error de los Cartagineses es mas tolerable que el de los que pretendieron que los America– nos eran especie media entre hombre y mono, hasta que un 45 Bre– ve del Papa los desengañó. Era otra excelencia de los Peruanos el aprecio que hazian de la virginidad. Su famosa Casa de Vírgenes en que las de calidad eran obligadas a conservar su integridad perpetuamente (9) haze que es– ta nacion tomada a este aspecto exceda a quantas sin las luces del Evangelio han estimado la virginidad, pero limitandola a cierto nu– mero de años. Sabemos que los Romanos no pedían virginidad en sus Vestales sino por treinta años, y que despues de ellos las daban libertad para el matrimonio. Sabemos tambien que San Ambrosio llamaba a esta continencia, honestidad no de costumbres sino de años, y que se burlaba a.si de una religion en que las Jovenes eran honestas y las viejas no; la necesidad hazia castas y la autoridad libres (10). La magnificencia en obras publicas era tambien incomparable. Sus dos caminos del Cuzco a Quito, uno por la costa y otro por la sierra por espacio de quinientas leguas, igualando llanos, montes y precipicios, no son obra inferior a la gran muralla de la China; y 4 ª aun hay Estrangeros, que dicen ser empresa superior a las mas ce– lebradas de los Romanos (11). Seria razon se hubi.esen conservado, y no permitir que el tiempo se cebase en obra de tal eminencia. Quisa mrece mayor cel~bridad ··1a F'?.rtaleza· del Cuzco. El grandor de las piedras que la componen; la falta de maquinas para la eleva– cion y transporte de aquellas groseras masas, trahidas de dü;tancias de cinco~ seis, y aun quince leguas, .sin carros ni bueyes y solo a fuer– za de brazos, haran siempre ver con asombro el poder de los Monar– cas que la proyectaron. 45. 46. (9) (10) (11) ms. ff. 18v. ms. ff. 19. Garcil. l. 4. c. 10 y slgtes. (pp. 14, nota 1, ed. 1795) Q~alis est ista non morum pudicitia sed annorum, que non perpe– ~u1tate sed aetate .Prae scribitur? Petulantior est talis integritas cu– JUS corruptela semori servatur aetati. Opsi docent Virgines suas non debere per~everar~ nec posse 9ui virginitati finem dederunt. Qualis est autem ista rellgio ubi pudlcae adolescentes jubentur esse, impu– <:licae anus? Sed nec 111a pudica est quae lege dimittitur. o mysteria o mores, ubi necessitas imponitur castitati auctoritas libidini da– tur. S. Amb. ~ · 1 de Virginibus. (pp. 14-15, 'nota 2, ed. 1795). r~9~~~n, Amenque chretienne p. 5~ lib. l . n. 25. (pp. 15, nota 1, ed.
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