La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
RELACIÓN DEL Cuzco 181 el gobierno de los Religiosos Menores de la America. Allí su Autor dice (25) que hablando el año de 1765 en el Brasil con cierto Ingles que se suponia llamar Guillermo Arkiston, que sirvio en el sitio de la Habana, tuvo comisiones en el reconocimiento de Libros y Pape– les y mostraba buena instruccion y talento, le mostro un Libro de Memoria que trahia consigo, de donde copio el Autor estas palabras: "la mas particular prerrogativa que yo observo en la America Es– pañola es la calidad de Patrono que el Rey de España exerce en sus Iglesias y Ministros por comision del Papa. Esta es sin duda la pie– dra mas brillante de su Corona: pero no facilmente se creera en la Gran Bretaña el excelente uso que haze de esta Regalia a la cual se ha debido la vasta extension de sus Dominios- en estas partes; y aun se creera menos lo exorbitante de los caudales que se han invertido y deben invertirse en obra de piedad en virtud de las Leyes de es– tos Reinos que he tenido la oportunidad de leer". De palabra ase– gura que le añadio "que quanto se babia escrito contra la conquista de los Españoles, estaba deshecho con la piedad de las Leyes y sa– bias providencias del Consejo sa. Estado antiguo de la Ciudad del Cuzco Si de las excelencias del Imperio del Peru, descendemos, como es presiso, a las de la Ciudad del Cuzco su Corte y su Metropoli, con– fesaremos que como este Imperio ha sido tan considerable en el mun– do, asi tambien lo ha sido su Capital. Esta Ciudad que reconoce por Fundador al mismo que los íue de su Imperio Manco Cápac, contaba según la tradicion que se hallo quando su conquista, mas de quatrocientos años de duracion y consistencia. Su situacion y po– sicion es a treze grados y medio de latitud Aust ral y setenta y ocho de longitud del Meridiano de Toledo segun Antonio de Herrera, de quien no va distante nuestro clarisimo Americano Don Pedro de Pe– ralta (26). Los Indios asi los que la habitaban, como los que venían a ella de fuera, la tenian en tal aprecio y veneracion, que aun tocaba en culto religioso la estimacion que hazian de ella. (27) Sus moradores, sus producciones, sus usos y costumbres, sus modales se reputaban como no sé que barniz de divino; ó sea porque en su reducida inte– ligencia sus soberanos no distaban de los Dioses que adoraban como 56. ms. ff. 23v. (25) Fr . Pedro Joseph Parras, Gobno. de los Regulares de la Amerlca num. 10 (pp. 24. nota 1, ed. 1795). (26) Peralta, Lima fundada Canto 89. nota 30 (pp. 25, nota 1 ed 1795) (27) O arel l. l. 3. cap. 20 (pp. 25, nota 2, ed. 1795) . ' · ·
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