La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

PRÓLOGO XXI su espíritu, agrega que en La Paz "se fían mucho en los de Lima : yo he estado en esa Audiencia y tengo observado que éstos son buenos para matar semitas, y engullir mazamorras". Una tropa limeña que salió a luchar con sus hombres fue aniquilada. En cambio son peritos "para entr etener un Pleyto o Demanda, y mantenerse de la sangre de los pobres, como á mi me acontecía, que habiendo regresado para allá, discurriendo alcanzar mi pretención por haver sido justísima con Ynstrumentos evidentes que declaraban mi Descendencia de los Reyes Ingas de este Reyno, de quienes soy heredero legítimo y único: y aunque en dicha Audiencia lo conocieron y me tenían por tal, nunca quisieron declararme enteramente, por no darme lo que me corresponde y se me había señalado por el Monarca". 1 Para remediar tanto abuso, Túpac Amaru se levantó con el fin de "amparar á los del Reyno aunque perdiera mil vidas si las tuviera, pues es en alivio del bien común, y en contrario sólo del mal gobierno, expeliendo sólo á los Corregidores y á todos los Cha– petones que quieren ir contra mis sanas órdenes". Por último, afir– ma haber remitido un informe al rey Carlos III "representándole mi de~ignio, y prometiéndole adelantar otro tanto de lo que daba los ladrones del Reyno" para mantener en paz y tranquilidad al Perú y eliminar a los nefastos Corregidores. Esta Carta señala el motivo principal de la retirada tupacamarista del Cusco, que coin– cide con la muerte de Tomás Catari y la actitud ofensiva de Ignacio Flores, José Reseguín y del corregidor Sebastián de Segurola en el Alto Perú cuando acababan de llegar tropas de Lima al Cusca y se sabía que el grueso de los auxilios del Virrey J áuregui avanzaban por la vía de Arequipa -avance que después se efectuaría por Hua– manga a sugerencia del Obispo Moscoso y Peralta. Lógico era que Túpac Amaru retrocediese, para defender su cuartel general de Tun– gasuca y su bastión de Tinta de un inminente ataque desde el sur y el sudoeste. Otra fuente son las Cartas e informes del visitador José Antonio de Areche. Como fuentes primarías tenemos : el Expediente del proceso, la Colección recopilada por el oidor Benito de la Matalinares y el Diá– logo de Melchor de Paz. El Expediente penal comprendía 209 Cua– dernos que, por orden del visitador Areche, reunió y remitió a Lima el oidor Matalinares. Aquí la documentación fue recibida por Miguel Gil de Ascona (13-XI-1782) , quien de inmediato reclamó la 1 Crónica de M.P., t. l . pp. 331.

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