La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

406 ESTADO DEL PERÚ nas y divinas, para tener esfuerzo contra los enemigos, y mantener paz con las Potencias, era preciso hacer alianza con Roma; con es– tos lauros, con estos pactos, exaltaban a cual mejor sus hijos, por labrar la corona de sus merecimientos. En igual competencia con los romanos, con la mayor generosidad, valor y bizarría, han girado en esta palestra los nobles, ilustres y leales peruanos: los señores Don Joaquín de Orellana, Don Juan de Villalta, Don Francisco Lae– sequilla, y el Señor Presidente Don Ignacio de Flores, en servicio de la Patria y, en ella, de Dios y del Rey. Han tenido sus señorías buen certamen para ser victoriosos, han consumido con el mayor do– naire la gloriosa carrera de su contienda, girándo fieles en todo y para todo; cuyo buen resorte ha acarreado el que de la Real Cle– mencia, reciba la Ciudad (del Cuzco) los agradecimientos, dándose Su Majestad por bien servido (1), con lo que pueden victoriosos, hacer tirar sus carros triunfales a una, y apercibir también lás co– ronas de sus merecimientos. Con sus heroicos hechos han dejado sus señorías brechas pára que todos entren por los muros de la lealtad, a saber emplearse. en el debido servicio de ambas Majestades y de la Patria, d~sempe­ ñando con igual esplendor los dones sobresalientes, que en. ellos . de– positó la Naturaleza. Si la mancha de los p·adres, coµio qdvierte el Sagrado Oráculo (2), es el feo lunar en la prole; luego la gloria de los hijos ha de ser precisamente esmalte el más honrado1 que re– verbere en los progenitores (3); pues osténtese, hoy, más que .di– chosa la noble, leal e ilustre América; mírese princesa, señora y reina, como Roma, por haber procreado hijos que han dado mucho lustre a su Patria en esta conquista de Rebelados, venciendo im– posibles no para lograr sus apetitos, que esos son bastardos ..certá– menes, sino arrestando en legítima contienda a los enemigos aun- que sean menester imposibles. .· . . Eternicen, pues, sus memorias estas antorchas p~rn~as en. los edificios má,s sagrados de la fama, disfruten con el ~ayor aplauso la celebridad y gozo de sus triunfos; pues ha dado avance m4cho más de lo que pr~vienen las leyes romanas; hagan tirar sus carros triunfales, no con solo los 'leones, o ciervos, .o elefantes, sino de to– dos en un congreso, o con alternativa de ellos, así por la variedad de sus glorias, como por +as diferentes victorias, que han .alcanzado de sus enemigos; ya valerosos, ya fue;rtes, . ya diligentes y . sagaces, preseas militares que en todas contiendas les realz.aron .,c9n, el mayor (1) No ha mucho que honró a esta Ciudad la Piedra Real, y se ce- lebró con grande júbilo. .. (2) Dedecus filis pater sine honore. · (3) Gloria filiorum, patris eorum. (Prov. 17-6) :

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