La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
ESTADO DEL· PERÚ 407 donaire Y arte; pues lo que no conseguían valerosos, lo ejecutaban industriosos; y lo que no diligentes, lo facilitaban sagaces (4). Diga Puno con los avances y asaltos que dió a los rebeldes Diego Túpac Amaru y Julián Niña C~tari (5), y· cómo consiguió victoria de to– dos·· sus confederados, pues con sólo pocos combatientes, les hizo frente, causándoles tal horror y estrago, que la máquina que hicie– ron para.. .Ja ruina, le fué preciso impulso para la retirada (6). Ojalá hubiera merecido un corto auxilio de trescientos soldados lo menos, que diez que se volvieron con el Señor Inspector (General José del Valle), tal vez no hubiera padecido tanta fatalidad La Paz; porque en el entre tanto que ambos traidores, Diego y Julián, con toda su innumerable gente se entretienen con la Villa (Puno), da avance el Señor Presidente don Ignacio Flores, y se corta el cáncer que grasaba. Diga el Cuzco cómo se ha gloriado de echar por los suelos, con solos sus tres hijos referidos, a sus corsarios contendores, que le preparaban su estrago y fatalidad por todas partes. Publique la denuncia leal que hizo el noble e ilustre cacique de Oropesa don Pedro José Sahuaraura Tito Atauchi, pues a su fidelidad sin igual -de que no merezco ser su hermano- es debe el que el traidor José Gabriel Túpac Amaru, con sus siete confederados, no hubiese derrotado de antemano la Ciudad (del Cuzco), para hacer de las suyas, como Tito y Vespaciano con Jerusalem. Decanten las tro– pas de los señores don Francisco Laesequilla y don Juan de Vi– llalta, los llantos, fatalidades y ruinas que han causado en las tro– pas enemigas (7), más crecidas en campos, cerro y demás terrenos (4) En Puno, Chucuito, La Paz, Chuquibamba, Chainacasa, Paucar– tambo, Langui y otros infinitos lugares, les valió el valor y la industria. Don Mateo Pumacahua, con su valor e industria, asaltó a los de Yucay. En Puno hicieron un camino de tablas en la entrada de la villa; sallan los soldados, hacían que corrían y entraban los indios siguiendo, quitaban las tablas .y morían todos. Vi unas balas maestras, partidas y encadenadas. Los castillos de don – de disparaban los cañones estaban cubiertos; y cuando reventaban no sa– bían los indios a donde se iban las balas, y así los acababan. En la Paz hicieron los indios unas minas muy grandes. Sanga e In– gariéona salieron derrotados en la pampa de Chingora, por otra indus– tria de don Joaquín de Orellana: fué muy cruel la matanza. (5) La indiada de todo el Collao y La Paz se juntó contra Puno, por ambas partes; y se pudo dar avance a 300 hombres que estaban bajo de trinchera, y esto es habiéndole roto su primera trinchera hasta me– dia villa. (6) Salían muy de continuo a dar vista hasta cerca de Lampa y San Taraco. (7) Ramón Ponce con toda la Indiada, desde Tinta, hizo su asalto a Puno; los de Villa· le hicieron una emboocada, y vino huyendo por los altos de Umachiri; llegó cuando estuve en Tinta preso; y José Gabriel (Tdpae Ama.ru), por mal jefe, lo prendió y entregó a la tropa española, y murió aborcado· ·jun tamente· con él ; así paga, etc.
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