La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
ESTADO DEL PERÚ 411 Ciñan sus gloriosas sienes, después de laureles y palmas, tantas co– ronas cuantas inventó la sabia política de los hombres, en decoroso testimonio de la virtud y del valor. Si la "corona obcidional" que, según Plinio (14) , era labrada de la más humilde grama. y ésta se daba, por ser la más alta, al valor que r ompía y levantaba el cerco enemigo, la tienen por sus cabellos; porque no sólo rompieron y le– vantaron el cerco enemigo, sino a los mismos enemigos dejaron en riscos, peñas y campos, hechos cercos para resistir a sus enemigos. Si la "corona mural" que era de oro, y ésta se daba al primero que escalaba los muros, la obtienen por derecho; porque no sólo escala– ron los muros inexpugnables enemigos, sino que los dejaron he.chos müros de sus muros, y pasto insaciable de las aves (15) . Si la "co– rona oval" que se componía de mirto, árbol dedicado por la gentili– dad a la diosa Venus, y ésta se daba a los que conseguían victoria de ·menos ilustres enemigos, como piratas, o esclavos,. la ocupan a menos costa; porque han derrotado en sus mismos sitios a estos pi– ratas que, hechos esclavos de su ambición avarienta, maquinaba n una fatal ruina en muebles y permanentes (16). Si la "corona cí– vica" que era de oro, y ésta se daba a los que libraban de la muerte a los ciudadanos, y con ésta triunfan aclamados, y son sus perpe– tuos, obligados y pregoneros el Cuzco, La Paz, Arequipa, Huamanga y todas las provincias sublevadas, desde Lima hasta el Río de la Plata (17); porque impelidos de su valor y generosidad, cortaron el cáncer que grasaba, conjurándose los unos pueblos con otros y unas provincias eón otras; arrojábanse amorosos, por riscos, montes y las más bravas cordilleras, a libertar a los que cautivos gemían en po– der de los indios sarracenos. Si la "corona castrense" que era de oro, y ésta se daba al primero que ponía el pie en el campo del enemigo, por cuya razón estaba en forma de balbarte ( ?) . la dis– frutan con el lauro; porque girando combatientes por todas partes, no sólo han puesto el pie en el campo del enemigo, sino que a los mismo enemigos, por cientos y miles, han hecho poner en sus cam– pos no los pies, sino las rodillas, con las lágrimas en los ojos, pi– diendo misericordia; y como no es triunfo del vencedor conseguir (14) Plin. lib. 22. Hist. Nat. (15) En Azángaro, Nufíoa, Queguar, Langui y otros lugares, no se podia contar los indios muertos. Los perros hacían sus nidos entre los indios muertos. (16) Estaban actualmente saqueando las haciendas, muchas veces repartiéndose 1o robado, y así los destrozaban, rodeándolos. (17) Repentinamente cogieron a los españoles, y a más no poder (és– tos) se hicieron sus partidarios por escapar la vida y la de sus mujeres e hijos. Muchos escaparon dentro d e las montañas de los chunchos. En Charasani todas las mujeres hablan escapado en un monte. Muchos ~~ - cerdotes y españoles fueron re catados y liberado por lo nuestros.
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