La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
INFORME SOB.RE . LAS CAUSAS DE LA SUBLEVACIÓN DE 1781 425 nes eclesiásticas a que particularmente me comprendían; y así, aw1- que oprimido, como todos los individuos de dicha Iglesia, con los so– bresaltos y sustos mortales que por todos lados nos cercaban, me ani– mé, fiado en los auxilios del Todopoderoso, a componer y pronun– ciar delante de aquel consternado pueblo la "Exhortación Vesperti– na" que ya impresa y publicada, presentó en este Informe a Vues– tra Señoría Ilustrísima, como producción, mucho más de los senti– mientos en que se hallaba mi corazón, que de la pobreza y corte– dad de mis talentos; asegurado de que no hablando a aquellos atri– bulados fieles, in sublimitate sennonis, sino proponiéndoles sim– ple y sencillamente las verdaderas causas de aquellos trabajos y padecimientos, procurarían desenojar al Señor de la muerte y de la vida, con evitarlas en lo posible, y librarse así de sus formida– bles efectos, y terribles consecuencias. Esta Oración, tal cual es, y sin embargo del estilo nada elevado que contiene, me parece demuestra el grado a que llegaban mis de– seos de concurrir, según mis fuerzas, a atajar y cortar los gravísi– mos daños e inconvenientes insinuados. Y porque en ella se com– pendia casi toda la historia, tanto más sensible, cuando más verda– dera de los funestos sucesos y lamentables estragos de la citada re– belión y hostilidad, me pareció no importuno ponerla también en manos de Vuestra Señoría Ilustrísima que teniendo las llaves del cielo en el gobierno · y dirección de la Real Conciencia, podía ins– pirar en el ánimo de nuestro soberano, no las ideas tristes que na– turalmente podrían producir en tan católico piadosísimo corazón, Ja noticia de tantos y tan graves males, sino el justo consuelo y ale– gría de ver ya libres dellos y de sus infaustos resortes, a ·sus ama– dos vasallos de aquel su Reino peruano, mediante la paz y tranquili– dad general que por el patrocinio del cielo, y las prudentes acor– dadas providencias que Su Majestad ha mandado expedir, y se pu– blicaron después en aquellas provincias, se empezó a experimentar. Mas, por si acaso los informes que las motivaron, o fueron di– minutos o no fueron bastantes para el pleno conocimiento de las causas que concurrieron en el levantamiento y general conmoción de dichas provincias; para que con ánimo grato a la suave y alta providencia de Dios se pueda aplicar nuestro soberano, por sus más fieles y celosos ministros, a poner mas abundantes remedios a los increíbles estragos e innumerables desórdenes que han acaecido, y que originando el fermento, pueden servir también de ejemplares a otras revoluciones, que aunque tarden años en maquinarlas, finali– cen quizá, en lo futuro , en total ruina de la Religión y del Estado ;
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